Que el mundo del lujo no conoce límites es una frase que utilizamos bastante cuando toca hablar de algunos de los fabricantes de coches más exclusivos. La mayoría de mortales no podrán optar a comprarse un Bugatti y, sin embargo, hay algunos privilegiados que se compran varios de una tacada. Hoy hablamos del que podría ser el mejor cliente de la marca, pues acaba de recibir nada menos que ocho Bugatti a la vez. La entrega ha sido realizada en su sede de Molsheim, concretamente en el histórico Chateau Saint-Jean.
El más capaz de los coches comprados era el Bugatti Chiron Super Sport 300+, la versión del Chiron que está hecho para conseguir la máxima velocidad. Solamente se han hecho 30 unidades de este ejemplar capaz de alcanzar los 440 km/h (sin la limitación electrónica llegaba a los 490 km/h) y su precio partía de 3,5 millones de euros antes de impuestos. Este cliente también se ha hecho con un Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, concretamente con el World Record Edition certificado por «La Maison Pur Sang».
En el caso del Veyron, hablamos del modelo que se convirtió en el descapotable más rápido del mundo en 2013 al conseguir una máxima de 408,84 km/h gracias a algunos retoques. Solamente se hicieron ocho unidades y su precio partía de 1,99 millones de euros sin impuestos. Queda claro que el cliente es un apasionado de las altas velocidades, pero la cosa no se queda ahí. En el pedido también incluyó seis unidades del Bugatti Baby II hechos a totalmente a medida y configurados de forma muy colorida.
Este modelo de la marca es más un juguete funcional que un vehículo. De hecho, el cliente ha comprado uno para cada uno de sus seis hijos, para que puedan ir experimentando lo que es llevar un Bugatti desde bien pequeños. Han sido acabados en amarillo, rojo, azul, verde, blanco y naranja tras la colaboración de la firma francesa con The Little Car Company, siguiendo los pasos del Type 35 a escala que hizo Ettore Bugatti para su hijo en 1926.
Aunque, en este caso, son una reencarnación en formato eléctrico que tienen hasta 50 kilómetros de autonomía y que son capaces de alcanzar los 68 km/h. su producción está limitada a 500 unidades y el precio parte de 30.000 euros. Como decíamos, un total de ocho Bugatti, aunque con algo de truco. Si echamos cuentas, la tarifa ascendería a 5,64 millones de euros antes de impuestos, por lo que el total se quedará cerca de los 7 millones en función del país al que vayan destinados.