Hyundai Ioniq 5, a prueba: revolucionario por fuera y por dentro

¿Ha llegado el momento de dar el salto a un coche eléctrico? Desde luego, por oferta en el mercado no va a ser. Cada vez contamos con más modelos con este sistema de propulsión y es ahí donde las marcas arriesgan más. Y un buen ejemplo de ello es el Hyundai Ioniq 5. 

Este modelo se basa en la plataforma plataforma modular Global Eléctrica (E-GMP) que también utiliza el Kia EV6. Continúa la estela del Ioniq, que llegó al mercado en 2016 con tres niveles de electrificación, desde un híbrido convencional hasta un 100% eléctrico pasando, cómo no por un híbrido enchufable.

Hoy estamos con la variante del Ioniq 5 de potencia intermedia, de 218 CV, un sistema eléctrico de 800 voltios y la batería más capaz, con la que anuncia hasta 481 km de autonomía.

¿Precio? Como los eléctricos de este tamaño, no es barato, pues piden por él nada menos que 45.280 euros. Lo que te llevas por ese dinero, te lo contamos ahora a fondo:

Exterior

Cuando vi a este coche me pasó lo mismo que cuando probamos el Kia EV6. Se cataloga como un SUV pero desde luego no parece imitar en absoluto a las líneas de un todoterreno. Hyundai ha jugado a que el Ioniq 5 tenga un aspecto retro-futurista.

Empezamos por lo retro. La fuente de inspiración fue el Hyundai Pony, el primer coche de la marca. Y si miras su silueta nos recuerda a otros coches europeos de éxito. Como el Volkswagen Golf original o el Lancia Delta. ¿Qué tienen en común estos modelos? Los tres son de mediados de los años 70 y los tres fueron paridos por Giorgetto Giugiaro, un auténtico maestro haciendo coches de líneas rectas y bordes agudos.

Pero el Hyundai Ioniq 5 es un coche del siglo XXI que además pretende guiar al diseño de futuros modelos. De ahí que tenga muchos toques tecnológicos inspirados en el prototipo 45 EV Concept. Lo más llamativo, en el frontal, con un capó clamshell, o tipo concha, que se extiende hasta los pasos de rueda para minimizar huecos entre paneles y mejorar la aerodinámica. 

El paragolpes delantero tiene forma de V y sobre él vemos las ópticas. Muy especiales, Las forman píxeles paramétricos, nada menos que 256 y que incorporan unas luces diurnas muy singulares y . Hay tomas de aire activas y una zona de sensores para los ADAS en lugar de una parrilla tradicional.

En el lateral, algunos detalles característicos más. Llantas de 19 pulgadas desde el acabado más sencillo, que pueden ser de 20 y en las puertas un pliegue que las atraviesa diagonalmente y que da mucho carácter a este coche. No faltan tiradores enrasados con la carrocería, para mejorar la aerodinámica y el pilar C tendido 45 grados que recuerda a los coches clásicos mencionados y le aporta robustez.

Eso sí, cambian, y mucho, las dimensiones. Porque es un coche grande. Mide 4.635 mm de longitud, por lo que es 13 cm mas grande que un Hyundai Tucson, que calva los 4,5 metros. Muy ancho también, pues se va a los 1.890 mm y, eso sí, no es tan alto como un SUV convencional, ya que se queda en 1.605 mm.

Puedes elegirlo en nueve colores, cinco de ellos inspirados en la naturaleza. Hay tonos sólidos, metalizados, perlados o mate como el de este unidad, que se llama Shooting Star y tiene un sobreprecio de 1.050 €. Es precioso… pero cuesta mantenerlo limpio.

En la parte trasera derecha encontramos la toma de carga. Y eso nos lleva a la zaga. Si el Kia EV6 busca la deportividad, el Ioniq 5 es más elegante. Se repite el juego de las ópticas con formas rectangulares. En la parte alta, un pequeño alerón que  integra la tercera luz de freno y sobre el techo, la antena tipo aleta de tiburón.

Interior

Por fuera no parece un SUV, pero la posición de conducción sí se le acerca. Tanto a la hora de entrar en el coche como porque vas más alejado del suelo. Hay buena visibilidad, pues los pilares no son muy anchos y hay bastante cristal. Los asientos van tapizados en piel a partir de este nivel intermedio y son muy cómodos. Están calefactados y ventilados, tienen ajustes eléctricos y pueden reclinarse por completo.

Es aspecto en general es muy limpio y tecnológico. Todo el salpicadero tiene formas planas y horizontales para no distraer al conductor, no hay ningún elemento vertical. En él destacan las dos pantallas de 12,3 pulgadas dispuestas en posición continua. Llama la atención que empleen un marco blanco, pues suele ser siempre negro. Ayuda a dar una sensación más luminosa.

La central es para el sistema de infoentretenimiento. Tiene buena resolución y en ella controlas muchas funciones propias de un coche eléctrico. Es compatible con  Apple CarPlay y Android Auto (con cable USB) y equipa la última versión de la tecnología Bluelink de la marca.

Es táctil pero conserva algunos botones para el sistema multimedia y el climatizador de dos zonas. Como se puede ver, la horizontalidad está muy presente. Justo debajo hay un hueco portaobjetos con una toma USB y otra de 12V. Tiene control por voz, que necesitan pulir un poco.

Nos llamó la atención el volante, curioso porque no incluye ningún tipo de logo de la marca. Tiene los mandos habituales en un coche moderno y no es completamente redondo, pero sus formas permiten ver a la perfección la segunda pantalla. Muestra bastantes datos, con un completo ordenador de a bordo, y cambia el diseño en función del modo de conducción empleado. Y si nada de eso te llega, cuenta con un Head-Up Display bastante completo.

Y dos cosas más. Por un lado los materiales. No hay lujos, pero el aspecto es bueno y sobre todo nos parece muy cuidada la calidad de realización, con muy buenos ajustes. La marca ha apostado por materiales reciclados o sostenibles.

El otro punto a favor es la practicidad. Además de la guantera y las bolsas de las puertas, hay un hueco para dejar objetos en la parte inferior del salpicadero. Y una consola central que puede moverse deslizarse 14 cm longitudinalmente. Además de reposabrazos y posavasos, cuenta con varios espacios para dejar objetos, tomas USB adicionales y una zona de carga inalámbrica. 

Las plazas traseras son muy amplias. Un dato que no te hemos dado es que la batalla, la distancia entre ejes, es de 3.000 mm, la mayor del segmento, superior incluso a la de un Hyundai Santa Fe de siete plazas. Eso da una enorme sensación de desahogo. Hay que llevar las piernas algo encogidas como en todos los eléctricos, al tener bajo el piso las baterías… y es difícil meter por completo los pies bajo el asiento delantero. 

Es tal el espacio para las piernas que puedes desplazar la banqueta hacia delante, unos 14 cm. Un detalle que viene bien si llevas niños pequeños detrás y necesitas más maletero. Hay un buen espacio en anchura y quizá no tanto como un Skoda Enyaq en altura.

Los asientos también pueden reclinarse y nos gustan las cortinillas en las ventanas. No faltan tomas USB, en los pilares laterales. Y las salidas de aire se han dejado en la puerta.

Maletero

El maletero principal cuenta con 531 litros de capacidad. Mayor, por tanto, que el de un Ford Mustang Mach-E (de 402 litros) pero algo menor que el de un Volkswagen ID.4 (de 543 litros).

Eso sí, los modelos del Grupo Volkswagen no cuentan con un cofre delantero como el Ioniq. Tiene 57 litros en la versiones de propulsión y resulta perfecto para guardar los cables de carga.

Por lo demás, el espacio al que accedes mediante el portón eléctrico trasero tiene formas bastante regulares para aprovecharlo bien. Cuenta con un doble fondo, no muy profundo. No falta una toma de 12 V o ganchos para llevar la carga sujeta. Y, por supuesto, puedes abatir los respaldos de los asientos traseros si precisas más espacio. Divididos en dos partes, consigues un espacio totalmente plano de 1.591 litros de capacidad.

Equipamiento y precios

La marca estructuró la gama del Ioniq en tres niveles de acabado. Desde el más sencillo Light se incluye de serie faros LED, la consola central delantera deslizable, las dos pantallas de 12,3 pulgadas con sistema de navegación, el climatizador bizona o el programador de velocidad activo.

Nuestra unidad corresponde al acabado Star que suma elementos como el climatizador con bomba de calor, volante calefactable, asientos delanteros eléctricos con ajuste lumbar, tapizado de cuero, las cortinillas en segunda fila de asientos, el portón trasero eléctrico, Head-Up Display con realidad aumentada, sensores de aparcamiento delanteros, o la conducción autónoma de nivel 2.

Tiene de todo, cuesta justificar el paso al acabado Energy. En este nivel de acabado gana los  Parametric Pixels, una barra en el frontal con líneas verticales de LED que unen los faros o las llantas de 20 pulgadas, espejos exteriores en negro, pedales de aluminio, memoria y ventilación para los asientos delanteros, plazas traseras calefactables y deslizables eléctricamente, aparcamiento remoto o el techo con paneles solares (dice Hyundai que aporta unos 1.500 km de autonomía adicional al año, pero tendrás que aparcarlo al sol).

El precio del Hyundi Ioniq parte de 43.620 € sin descuento (con la batería pequeña y el motor menos capaz. En caso de optar por este motor con la (a nuestro juicio), más interesante batería grande y la terminación Star, se va a los 51.850 euros. Eso sí, no se aplican los descuentos oficiales que ya lo dejan en 45.280 euros, y luego siempre puedes buscar ofertas del Hyundai Ioniq 5 en nuestra sección de coches nuevos. Es ahí donde los concesionarios oficiales de las marcas publican sus ofertas y las mantienen actualizadas para que encuentres el coche que mejor se ajuste a tus necesidades. Contamos también con herramientas para financiar el coche y que puedas pagarlo más cómodamente mes a mes.

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Escrito Por Redacción C
Friday, April 1, 2022
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