En la lista de los Porsche vencedores en Le Mans hay varios modelos destacados. Uno de ellos es claramente el Porsche 962 C, el sucesor del también mítico 956, que fue campeón en la carrera de resistencia más popular en 1986, 1987 y 1994. Ahora una unidad muy especial se ha sometido a una restauración exhaustiva para dejarlo como nuevo y volver al Centro de Desarrollo de Weissach de donde salió originalmente.
Se trata del 962 C con el que Al Holbert, Derek Bell y Hans-Joachim Stuck vencieron en Le Mans en 1987. Curiosamente, ese trío venía de haber ganado también el año anterior, en el que se impusieron al otro 962 C pilotado por Oscar Larrauri, Joël Gouhier y el español Jesús Pareja. Este ejemplar pertenece desde entonces al departamento de Patrimonio y del Museo Porsche, que decidieron devolverlo a su condición original. Les ha llevado nada menos que año y medio, dejando un resultado espectacular.
Durante la restauración se ha contado con la presencia de Hans-Joachim Stuck, uno de los pilotos que más conoce a este Porsche 962 C. Se encontró con su ingeniero de carreras de la época, Norbert Singer, y con el diseñador Rob Powell, quien fuera responsable la librea roja, amarilla y negra. Esos colores estuvieron en el Supercup ADAC Würth alemana cuando entró Shell como patrocinador, aunque en Le Mans vistieron de Rothmans. Una gran innovación de este modelo fue la transmisión de doble embrague PDK, que fue testada bajo las condiciones más exigentes.
Precisamente fue uno de los retos durante la restauración. Tras varias décadas ha habido muchos recambios que no han podido encontrar y que han tenido que reconstruir por completo. Incluso se tomaron la licencia de cambiar la disposición de los radiadores y hacer muchos otros ajustes en la carrocería. El resultado es que el Porsche 962 C vuelve a su plenitud y ha podido rodar sin problemas en elcircuito de Weissach. Stuck sigue destacando la mejora respecto al 956 por su batalla 120 mm mayor y los pedales montados detrás del eje delantero.