Por el año 2015, Hyundai ya tenía en sus planes una pickup de nombre Santa Cruz basada en el SUV Tucson.

Luego de casi 6 años, el trabajo de los técnicos ha dado sus frutos para darle la bienvenida y de esa manera ampliar la oferta de productos.

Debajo del capó esconde la planta motriz 2.5 litros atmosférica de 190 caballos de fuerza que trabaja en sociedad con una transmisión automática de 8 marchas.

También ofrece el propulsor turbo de igual cilindrada pero que desarrolla unos 275 CV acoplado a una flamante caja de velocidades DCT de idéntica cantidad de relaciones. Ambas cuentan con la tracción integral.

Su estética refleja la última corriente de diseño aplicada al Tucson (basado en el Concept T) que rompe el molde con lo tradicional gracias a unos faros divididos en cinco.

Una vez en la zaga, nos encontramos con un portón que incluye parte de los faros en forma de martillo al igual que el nombre del modelo en gran tamaño.

El interior comparte un tablero digital similar al SUV, junto a una pantalla central de 8 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay.

Otro detalle particular son los lugares portaobjetos de almacenamiento ocultos que brindan una mayor capacidad de carga y la lleve digital que funciona mediante una aplicación.

Con el objetivo claro de ser un vehículo para disfrutar de las salidas al aire libre, el Hyundai Santa Cruz también podría aplicarse para el trabajo en el que caso de que se necesite.