El nuevo Volkswagen Polo es un hatchback del segmento B que desde 1975 ha pasado por varias generaciones y actualizaciones posicionándose por debajo del VW Golf en diferentes mercados.
Debajo del capó se pueden encontrar múltiples opciones. Una de ellas es un 1.0 litros que entrega unos 80 caballos de fuerza.
También introduce variantes turboalimentadas (TSI) 1.0L con potencias de 95 o 110 CV.
Pero ello no es todo, ya que el Polo ofrece una variante TGI alimentada por gasolina y gas natural comprimido (GNC). Con este 1.0L eroga unos 90 CV.
Estas configuraciones, según el caso, se pueden combinar con una transmisión automática DSG de siete posiciones.
Por otro lado, se ha retocado la grilla con la llegada de una barra lumínica que atraviesa todo su ancho. Los faros LED de serie y de manera opcional se introduce la tecnología IQ.LIGHT.
Los paragolpes trambién se han rediseñado para darle un aspecto más moderno y agresivo.
En el sector posterior muestra una nueva configuración en la iluminación con unos grupos ópticos que invaden el portón. Las llantas de 17 pulgadas presentan un diseño más fresco.
Ya en el habitáculo del Volkswagen Polo, se destaca el el tablero digital de 8,0 0 10,25 pulgadas (opcional). La pantalla central multimedia se acopla con la conexión inalámbrica de Android Auto o Apple CarPlay.
Más allá de eso, ahora se han dejado de lado los botones y perillas físicos para la operación de la climatización. En su reemplazo nos encontramos con mandos táctiles que aportan un salto de calidad.
En cuanto a los asistentes de conducción, se ha incorporado la tecnología IQ.DRIVE Travel Assist la cual permite al conductor desplazarse sólo con las manos en el volante a una velocidad máxima de 210 km/h.
Con muchas novedades, pero con un estilo inconfundible, el Volkswagen Polo busca mantenerse vigente frente a los SUVs.