Si hacemos memoria, el Grupo BMW compró en 1994 el ya extinto Grupo Rover. En esta transacción estaba incluida Land Rover, y por tanto, pasó a estar amparada bajo su paraguas económico y tecnológico. Sin embargo, los problemas financieros y la competencia entre la línea X de BMW y los todo camino de la firma inglesa, marcaron su futuro. Así, la Bayerische se la vendió a Ford Motor Company en el año 2000 por una suma sustancial. Ahora, casi dos décadas después ambas empresas pasan a colaborar de igual a igual, dejando atrás su pasado filial.
Esta alianza vuelve a reunir a Land Rover y BMW
Como era de esperar, la negociación de este acuerdo se ha centrado sobre dos temas vitales para su supervivencia. Por una parte, está el desarrollo de unidades de accionamiento eléctrico (EDU) de próxima generación. Por otra parte, la transición de la industria automotriz a un ACES (Autónomo, Conectado, Futuro eléctrico, compartido). Siendo claros, lo que buscan Jaguar, Land Rover y BMW es desarrollar sus nuevos modelos eléctricos.
Según ha declarado Nick Rogers, director de ingeniería de Jaguar Land Rover
“Hemos demostrado que podemos construir vehículos eléctricos que superen al mundo, pero ahora necesitamos escalar la tecnología para respaldar la próxima generación de productos Jaguar y Land Rover. Quedó claro en las discusiones con BMW Group que los requisitos de ambas empresas para las EDU de la próxima generación tienen una superposición significativa para una colaboración mutuamente beneficiosa“
Por su parte, Klaus Fröhlich, miembro de la Junta de Administración de BMW afirmaba que
“Con Jaguar Land Rover, encontramos un socio cuyos requisitos para la generación futura de unidades de accionamiento eléctrico coinciden significativamente con los nuestros. Juntos, tenemos la oportunidad de atender más eficazmente las necesidades de los clientes al acortar el tiempo de desarrollo y llevar los vehículos y las tecnologías más avanzadas al mercado más rápidamente”
Por ahora, ninguna de las firmas implicadas ha anunciado el plazo para presentar los primeros avances. Así mismo, tampoco han hablado del presupuesto necesario para poner en marcha a los ingenieros involucrados en éste. Con todo, lo que hay seguro es una situación. Para que esta asociación sea rentable tendrá que alcanzar un elevado volumen de producción, y eso, sólo se logra desarrollando una base muy flexible.
Siendo así, podemos intuir que será en los próximos tres a cuatro años que veremos los primeros frutos de este acuerdo. Con todo, habrá que esperar su evolución, pues BMW también tiene, entre manos, otra posible alianza con Mercedes-Benz. Por tanto, podrían duplicarse los esfuerzos y por ende, los costes.