Pese a que se trata de una marca japonesa, el Honda Civic es fabricado en Europa, concretamente en Swindon (Reino Unido), para adaptarse a las expectativas, necesidades y estándares de calidad de los clientes europeos. ¿Pero qué trae realmente consigo este Honda Civic? Como vas a comprobar, mucha eficiencia, amplitud, tecnología, seguridad y un reconocible trabajo de diseño.
En las últimas generaciones del Honda Civic hemos visto una clara apuesta por un diseño diferenciado, lo que le otorga una gran exclusividad y diferenciación. Nunca confundirás al Civic con otro modelo. Los rasgos afilados le confieren una estética deportiva y tecnológica, pero convenientemente estudiada para mejorar al máximo su eficiencia aerodinámica, cuidando cada detalle de su carrocería.
Las luces de LED, tanto para las ópticas delanteras como para las traseras, además de mejorar la seguridad durante la conducción nocturna, juegan un papel fundamental en su diseño. En la parte trasera, junto con el sutil spoiler, nos reciben unas marcadas salidas de escape en posición central, remarcando el carácter deportivo del Honda Civic.
Pero no todo está en el exterior, pues el habitáculo del compacto presenta una configuración muy moderna, destacando un cuadro de instrumentos totalmente digital tras el volante y una pantalla táctil de 7 pulgadas en lo alto del salpicadero, desde la que se controla todo el sistema de infoentretenimiento, navegación y diversas aplicaciones. Por cierto, podemos sincronizar nuestro smartphone gracias a los sistemas Android Auto y Apple CarPlay.
A lo anterior hay que añadir el gran espacio para los ocupantes, siendo notablemente más amplio que su predecesor y ofreciendo una habitabilidad líder en su clase gracias al uso de una nueva plataforma. Por citar solo algunos datos, los ocupantes de las plazas traseras ahora tienen 9,5 cm más de espacio para las piernas 4,5 para las rodillas. Y hablando de espacio, el volumen del maletero ha crecido hasta los 478 litros, obteniendo un volumen más propio de modelos de segmentos superiores.
Respecto a los motores, esta décima generación del Honda Civic ha buscado una mayor economía de combustible reduciendo las emisiones contaminantes y, a su vez, ha aumentado las prestaciones dinámicas. Para adaptarse a las necesidades de sus clientes ofrece dos propulsores de gasolina y un motor diésel, para aquellos que realicen muchos kilómetros a lo largo del año. De serie se asocia a una transmisión manual de 6 velocidades, aunque también puede configurarse con una caja de cambios automática.
Las versiones de gasolina -denominadas VTEC Turbo- son de 1.0 y 1.5 litros de cilindrada, y desarrollan 129 y 182 CV respectivamente. El primero se conforma con solo 4,8 litros de combustible cada 100 kilómetros, mientras que el más potente gasta un litro más. Por su parte, el motor diésel 1.6 i-DTEC entrega 120 CV y solo consume 3,5 litros cada 100 kilómetros recorridos, ofreciendo una autonomía de combustible aún mayor.
Pero lo que cualquier conductor busca por encima de todo a la hora de comprar un coche es seguridad. En este sentido, Honda ha realizado una fuerte inversión en materia de seguridad activa y asistentes a la conducción para el Civic, que reducen notablemente las posibilidades de sufrir un accidente y ayuda al conductor en sus funciones mejorando también el confort de marcha.
Todo ello se reúne en el sistema Honda Sensing, que es de serie en toda la gama e incluye lo siguiente: frenada de emergencia automática, aviso de colisión frontal, alerta de cambio involuntario de carril con ayuda a la permanencia corrigiendo la trayectoria, control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales viales y proyección de las mismas en el cuadro de instrumentos, aviso de presencia en ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado trasero y cámara de visión trasera con recreación de imagen cenital.
En el caso de que ocurra un accidente, la estructura del Honda Civic ha sido realizada con materiales ligeros pero muy resistentes, con una estructura de deformación programada para absorber al máximo la energía generada durante el choque. Una de las soluciones más destacadas es que, en caso de un fuerte accidente frontal, el motor se descuelga y se desplaza hacia abajo y atrás, evitando que el conductor y su acompañante sufran graves daños en sus extremidades inferiores. Además, los ocupantes cuentan con la protección de seis airbags.