Esto quiere decir que si seguimos estos tres sencillos consejos, todo se vuelve circular, pues no solo gastaremos menos gasolina, sino que gastaremos menos nuestras llantas y en sí, todo el automóvil, así que pon atención y toma nota.
1- Mantén tus llantas con buena presión, la adecuada para el clima y superficie, esto te ayudará a tener una mejor tracción, lo que implica menor esfuerzo para el motor y por tanto, una combustión adecuada.
2- Cuida tus frenos, no los uses de manera brusca, lo que implican también que uses de manera poco adecuada el acelerador, lo que provoca un mal quemado de combustible y con ello también el desgaste de caja de cambios, frenos y mantenimiento del motor.
3- Acude al servicio cuando se requiere, esto implica no solo la afinación y el cambio de aceite, sino el chequeo general, todo ello te ahorra varios dólares pues evita descomposturas mayores y si el motor está afinado y bien aceitado, tampoco gastará más gasolina de la requerida.