La compañía emitió un llamado a revisión voluntario a 123.000 autos de la serie Model S para reemplazarles una pieza del sistema de dirección asistida que podría corroerse por la sal usada en las carreteras nevadas.
El grupo de Silicon Valley precisó en su mensaje que había decidido avisar de forma preventiva a los dueños de los vehículos afectados en todo el mundo, y que no había ningún accidente que lamentar ni ningún herido por este fenómeno de corrosión.
“Si la pieza falla, el conductor puede seguir manteniendo el control del coche, pero hace falta más fuerza a causa de la pérdida o de la reducción de la dirección asistida”, dijo la compañía en un correo electrónico enviado a los propietarios de autos Model S.
Ningún otro modelo de Tesla fue afectado por esta medida.
Aunque la corrosión solo se ha advertido en lugares donde las carreteras se espolvorean con sal para que se derrita la nieve o el hielo en invierno, todos los autos de la gama Model S con dicha pieza serán ajustados en un ejercicio de prevención, según la compañía.
La agencia de calificación financiera Moody’s decidió esta semana bajar la nota de solidez financiera de “B3” a “Caa1”, y en Wall Street las acciones de la compañía han perdido más del 20% en un mes.
El martes unos investigadores federales estadounidenses afirmaron que estaban analizando un choque fatal que se produjo en California que involucra a uno de sus automóviles eléctricos.
Según el diario The San Jose Mercury News, citando a la Patrulla de Caminos de California, un hombre de 38 años murió el viernes luego que su Modelo X de Tesla de 2017 chocara con una barrera, cerca de la ciudad de Mountain View.