Lo cierto es que siendo sinceros, no existe tal cosa como la energía limpia, puesto que la electricidad y su producción también contamina. De hecho, son pocos los países en el mundo que pueden presumir de tener electricidad realmente libre de daños al medio ambiente.
Sin embargo, un auto eléctrico representa mucho más que no quemar combustibles fósiles como los motores a gasolina o diesel y su cada vez más confiable batería les da cargas en menor tiempo y sobre todo una autonomía cada vez más cercana a los autos convencionales.
En promedio, los autos eléctricos consumen 227 Kwh mensualmente lo que implica un gasto de $17 dólares al mes (dependiendo el estado), lo que sin duda genera un gran ahorro en combustible con respecto a los autos a gasolina o diesel.
Lo cierto es que el precio de un auto eléctrico es hasta cierto punto mayor que el de otros vehículos, generalmente arriba de los $30 mil dólares, pero puede generar ahorros por esa misma cantidad en cuanto a servicios y combustibles, considerando un uso de 15 mil millas anuales.
El mantenimiento cuesta hasta 30 por ciento menos que el de los autos de combustión, y en muchos estados están libres de impuestos ambientales, matriculación e incluso, los estacionamientos son gratuitos.
De esta forma, podemos definir que es conveniente adquirir un auto eléctrico, aunque quizá valga la pena esperar un par de años más a que las baterías y el rendimiento sea mejor que el actual, así como las posibilidades de recarga en vía.