"Casi el 80% de los ejecutivos está convencido de que la única alternativa que tienen los concesionarios para sobrevivir es convertirse en centros de servicio o de vehículos de segunda mano", ha advertido el socio responsable de automoción de KPMG en España, Francisco Roger.
El informe señala que para más del 80% de los ejecutivos el uso de los datos extraídos de los vehículos y los conductores será la base del futuro modelo de negocio de la industria automovilística. En opinión de la consultora, esto implica "redefinir el concepto de equipamiento de serie", ya que -según el 85% de los ejecutivos y tres de cada cuatro clientes- la seguridad cibernética y la de los datos será una "condición indispensable" para adquirir un coche en el futuro.
Los cincuenta grandes fabricantes de automóviles representan actualmente un 20% de la capitalización bursátil de las quince mayores empresas tecnológicas, mientras que en 2010 suponían un 40%. Para Roger, este crecimiento "muestra claramente que las empresas digitales están jugando en una liga financiera totalmente diferente", sobre todo en el caso de los fabricantes generalistas, ya que "no existe más alternativa que las colaboraciones si no quieren perder la batalla por la supervivencia frente a los gigantes tecnológicos". De ahí, la necesidad de los fabricantes de llegar a nuevas alianzas para poder competir con las grandes tecnológicas como Google, Apple o Microsoft.
Sin embargo, en opinión de Roger los proveedores premium están mejor posicionados y han comenzado a realizar estas cooperaciones con servicios de mapas o estaciones de carga para vehículos eléctricos.