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Se deja olvidado un Lamborghini Countach en el taller durante 20 años
Un precioso Lamborghini Countach que había sido en su momento exhibido en el Salón de Ginebra ha acabado dos décadas olvidado en un taller. Por suerte, ya ha sido recuperado.
Este Countach en blanco con tapicería roja es el primer LP500S que se construyó. Fue, de hecho, la unidad que Lamborghini llevó al Salón del Automóvil de Ginebra de 1982, desde donde se le tomaron fotos de todos los ángulos para que las revistas de coches de todo el mundo hablaran de la nueva versión del mito de Santa"Agata Bolognese. Y también fue el modelo que serviría para ilustrar las páginas del folleto que en los concesionarios Lamborghini entregaban a quien estuviera interesado en adquirir el coche.
380 CV y más de 290 km/h
El nuevo modelo llegaba con una evolución del V12 de 4,8 litros que entregaba para la ocasión 380 CV y permitía al superdeportivo con formas de nave alienígena superar por poco los 290 km/h.
Pero, ¿como es posible que un coche que Lamborghini podía (digamos mejor "debía") haber guardado para su museo acabara condenado al olvido en el rincón de un taller mecánico? La historia es más bien un caso de desidia en el que entra en juego un miembro de una banda de rock, como te vamos a contar.
Acaba en Estados Unidos
El caso es que tras ser exhibido en Ginebra el coche regresó de nuevo a Italia, pero fue directo a un concesionario Lamborghini, donde lo adquirió un hombre llamado Aaron Rosen. Por el nombre ya comprenderás que Rosen no era italiano, así que el coche acabó poco después con matrícula de Estados Unidos, donde Rosen lo condujo hasta 1985.
Su siguiente propietario fue Carlos Cavazo, también estadounidense y guitarrista de la banda de "glam metal" Quiet Rock. Cavazzo llevaba la vida poco rutinaria tan propia de cualquier miembro de una banda de rock. Es decir, que no podía disfrutarlo de forma habitual. De hecho reconoce haberlo puesto solo una vez a 240 km/h, lo que tratándose de un coche como este Countach supone un grado de autocontrol digno de aplauso, o bien de un respetuoso de temor a la policía, que allí por semejante "hazaña" te encarcela.
Una llamada inesperada
Un buen día del año 2000 Cavazzo lo dejó en el mismo taller de California en el que le hacían de forma habitual las reparaciones (entre otras cosas, le cambiaron los carburadores por un sistema de inyección electrónica) y ya no lo recogió jamás. Tenía entonces 66.198 kilómetros, los mismos que marca en la actualidad.
El guitarrista no volvió a poner las manos en el coche. Podría decirse que se olvidó de él, puesto que nunca más manifestó interés por recogerlo. Pero la vida sigue su curso y Cavazzo recibió en 2021 una llamada: el propietario del taller en el que el Countach seguía almacenando polvo había fallecido y tenía que sacar de allí aquel coche.
En estado de abandono
Como te imaginarás, el precioso deportivo que un día había sido objetivo de un sinfín de flashes y focos se encontraba en un estado de abandono lamentable, sin poder ponerse en marcha por la falta de uso y con una capa de polvo cubriendo su espectacular silueta en cuña. Y, en efecto, se trataba de la misma unidad mostrada en Ginebra, lo que queda demostrado por el número de chasis (acabado en 72) que aparece estampado en el compartimento del motor.
Como Cavazzo no sabe ya qué hacer con él, o no tiene ganas de acometer su restauración, se ha propuesto ahora su venta a través de DriverSource, un compraventa de Houston (Estados Unidos). Y le han puesto un precio acorde a un coche que en su momento quizá fue de los más admirados del mundo: 634.000 euros. ¿Llegará alguien a pagarlos?
Escrito Por
Redaccion
Thursday, May 11, 2023