El propietario del negocio donde se produjo el hecho, indicó que todo marchaba con normalidad y que todos se encontraban mirando el partido en la parte de afuera cuando, en cierto momento, el agresor identificado como Carlos Augusto González Ortiz, le pidió permiso para entrar al negocio.
Relata que accedió porque mantenía cierta amistad con él por lo que dijo que si podía encender el aire y tomarse algunas cervezas.
Describe a Augusto como una persona respetuosa y que solía hacer negocios de venta de carros en su local.
Cuando entró al local, se escuchó un disparo por lo que entró al negocio, y encontró a Carlos tratando de reanimar a la joven.
El negociante explica que rápidamente fue a ayudar a la joven, y que trataron de llevarla al hospital, pero que ya había fallecido.
La fallecida fue identificada solo como Gladys.