El vehículo pesado perteneciente a la compañía Juan Roses S.A.S derribó la parte delantera y una habitación de la casa cuyos habitantes no resultaron afectados ya que no se encontraban en la misma.
Lucia Antonia Acosta Taveras, propietaria de la vivienda, dijo que estaba sentada debajo de un árbol cuando escuchó el impacto.
“Nunca había vivido algo así, yo escuché el turuntuntun y me asusté mucho” dijo la mencionada.
De su parte, la hija de Lucia pidió a la compañía de hormigones que se responsabilice por los daños materiales causados ya que gracias a Dios no hubo pérdidas humanas.
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