Se trata del señor José Ramón Rodríguez, quien decidió ingerir una sustancia química llamada Gramoxone, la cual le quitó la vida.
Rodríguez laboró para una empresa de taxis por muchos años, pero estaba suspendido por la dirección de la misma, lo que le impedía trabajar y producir dinero para pagar las deudas.
Según familiares, el mismo día de su muerte se presentó ante los directivos de la empresa de taxis suplicando le dieran una oportunidad para volver a trabajar ya que las deudas lo estaban agobiando, pero dicha petición que le fue negada.
Fue en esa situación que Rodríguez habría tomado la decisión de atentar contra su vida.