Según la narrativa de Morel, el galeno al parecer fue hipnotizado por los malhechores, quienes lo condujeron hasta una entidad bancaria, le ordenaron retirar un millón de pesos y luego huyeron.
Morel dijo estar confiada en las autoridades del Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía Nacional.
Deploró el manejo de la entidad bancaria, debido a que la víctima retiró con facilidad el dinero y nisiquiera fue cuestionado para que utilizaría el mismo.