El hombre que llevaba unos 20 años laborando en el centro de cuidado para adultos mayores, asegura renunció tras no soportar los abusos a los que son sometidos los internos.
La denuncia ha corrido como pólvora en las redes sociales, y ha generado cientos de críticas; de las cuales muchas son a favor de la madre superiora y otras en prejuicio de que se investigue la situación.
De acuerdo con la Ley 352-98 sobre Protección de la Persona Envejeciente, de ser ciertas las acusaciones de María Santos, el hogar podría ser clausurado y castigados los responsables.
El literal «D» del artículo 41, de la citada ley, ordena la «Suspensión temporal o permanente de la autorización de funcionamiento o clausura, si se determina que han ocurrido hechos de manera sistemática que vulneren los derechos de los y las envejecientes, sin perjuicio de las disposiciones contenidas en nuestra legislación ordinaria».