Según versión, los desaprensivos, cuatro en total, entraron a la casa de Acosta, armado, encapuchados, con chalecos antibalas y procedieron a amarrarlo. Al ver la acción, Acosta entró en pánico y se desmayó.
Al momento de producirse el hecho, Acosta estaba acompañado de su familia. Está ingresado en el Centro Médico del referido municipio recibiendo atenciones médicas.
Los delincuentes cargaron con teléfonos, televisión, tostadoras, radio y varios artículos más. Los mismos se trasladaban en un carro marca Nissan Murano, color negro.