El préstamo fue entregado por el señor Ventura a Agramonte y éste último lo usó en su beneficio y lo saldó en debida forma. Cumplida la finalidad del cheque el señor Agramonte en vez de devolvérmelo o romperlo, decidió conservarlo e intentar cobrármelo en sede judicial. Luego de dos años de proceso en el día de hoy la joven magistrada que conoció el caso, optó por no acoger nuestros alegatos del objetivo del instrumento y de la falta de calidad del Sr. Agramonte quien no era el beneficiario legal del cheque, dictando en consecuencia sentencia condenatoria en contra de nuestra persona.
Ahora corresponde esperar que el tribunal entregue la sentencia íntegra y nosotros interponer los recursos que nos concede la ley para obtener su revocación. Agradezco a todos los colegas comunicadores que han reseñado la sentencia en sus medios. Es una muestra del aprecio y del nivel de preocupación de todos. No hay de qué perturbarse. Estamos en paz, calma y en la tranquilidad de nuestro hogar.
Un fallo judicial no se ejecuta si no se hace irrevocable y ese está muy lejos de que supere el examen de un tribunal superior. Dios les bendiga a todos.
Washington D. Espino M.-