Según moradores, el pueblo está sumergidos de una nube tóxica, maloliente, portadora de diferentes síntomas entre sus habitantes como toser, problemas respiratorios, alergia en los ojos, inflamación de la garganta especialmente en los niños e envejecientes.
En el vertedero municipal la quema de basura es constante, lo que ha convertido a esta ciudad en una cámara de gas.
Hoteleros aseguran cerrarán sus negocios porque no aguantan la contaminación tóxica del humo del vertedero, en ocasiones turistas han dejado la comida en los restaurantes por el humo.
Un grupo de ciudadanos del municipio dicen que realizarán una protesta todos los martes al lado del Ayuntamiento hasta que resuelvan el problema.
(NoticiasSIN)