El número de familias afectadas es cuantioso, pero muchas se han quedado dentro de sus casas por miedo a que desaprensivos penetren y le lleven sus ajuares.
Los damnificados aseguran que están viviendo una situación calamitosa, debido a que en el refugio no hay energía eléctrica, no hay agua potable y son azotados fuertemente por los mosquitos.
Con películas, reflexiones y canciones de alabanzas, el pastor adventista José Benjamín Santana trata de subir el ánimo a los refugiados, asegurando que atraviesan por un momento de mucha tristeza y depresión.
Los afectados hicieron un llamado al gobierno de construir un muro de contención resistente, ya que creen es la solución a las inundaciones.
Este es el tercer día en que cientos de familias conviven con las aguas del río Yuna, el cual ha comenzado a bajar su caudal levemente, pero hoy se espera la entrada de otra vaguada al país, por lo que se producirán torrenciales aguaceros.
(NVR)