Monseñor De la Cruz Baldera señaló que la modificación constitucional surge como respuesta a las exigencias de nuestra era, con el propósito de garantizar y profundizar la institucionalidad en la nación. «La Constitución es el soporte de nuestra República, el marco legal y moral que sustenta nuestro convivir como nación; es, en esencia, el pacto social que nos une y nos compromete a vivir bajo las mismas leyes y principios», afirmó.
El obispo hizo un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad cívica y moral que conlleva una reforma constitucional, enfatizando que no debe ser tomada a la ligera. «La reforma constitucional debe fortalecer nuestra democracia y asegurar que nuestras instituciones operen en favor del pueblo», agregó.
Durante la eucaristía, a la que asistieron las principales autoridades civiles y militares de la provincia Juan Pablo Duarte, Monseñor De la Cruz Baldera recordó la gesta heroica de la Restauración, destacando el valor y la determinación de los dominicanos que lucharon por la soberanía y la libertad. Hizo un llamado a revitalizar los valores patrios, cívicos, éticos y cristianos que son fundamentales para la cohesión social.
El prelado advirtió sobre los peligros de la corrupción, el egoísmo y el relativismo ético, instando a la comunidad a ser «luz y sal» en todos los ámbitos de la vida. «Vivimos en un tiempo crítico, en el que se pretende despojarnos de nuestro norte moral. La restauración que hoy necesitamos es primordialmente moral y espiritual», subrayó.
Monseñor De la Cruz Baldera concluyó exhortando a la ciudadanía a ser artífices de esta restauración, colaborando unidos por los valores que aseguran un porvenir de paz y prosperidad para la patria. «No nos dejemos confundir por ideologías liberales carentes de ética, ni sucumbamos ante las artimañas de un mundo que, en nombre de una libertad falaz, promueve una existencia desprovista de moral», advirtió.
-ElJaya-