Dijeron que por años vienen peleando por los terrenos dejado por su tatarabuela Florentina Roustan y que gracias a la falsificación de un documento Miguel reclama la tierra como dueño.
Explicaron que son varios los ancianos de esa familia que fueron nacidos y criados en los terrenos que hoy se le pretenden despojar.
Lo peor del caso fue que el título con el que contaban fue depositado en el Tribunal de Tierras y desapareció como por arte de magia quedando ellos en en un limbo.
Pidieron a las autoridades devolver lo que les corresponde ya que llevan años peleando por lo que es suyo.