Al ser abordados algunos de los nacionales detenidos, estos denunciaron que fueron despojados de sus pertenencias y mercancías, además de que llevaban alrededor de cinco días detenidos sin tener acceso a agua o comida.
A las instalaciones del Comando Regional Nordeste, se presentó el pastor Ramón Marizan, miembros de los derechos humanos quien denunció que a los detenidos se les estaban violando sus derechos debido a que estaban siendo tratados de una forma irracional. Manifestó además que los mismos son transportados de una forma inhumana ya que en un camión llevan hasta sesenta personas.