De las Águilas se esperaba que no hicieran un buen papel en la semifinal del campeonato de béisbol profesional dominicano, debido a que de los cuatro equipos, era el más fácil de vencer.
Pero, los Gigantes era el candidato más sólido para pasar a la final, debido a la nómina de buenos jugadores con que contaba la tropa de San Francisco de Macorís.
Sin embargo, las lesiones impidieron que el equipo marrón lograra reunir por un largo período al grueso de sus cañoneros, como José Sirí, Hanser Alberto, Kelvin Gutiérrez, Henry Urrutia, Marcell Ozuna y el jardinero Tito Polo.
La situación no fue peor para los marrones porque la directiva logró seleccionar a jugadores como Yamaico Navarro y Erik González, en el sorteo de jugadores de equipos eliminados (Toros y Escogido).
En el caso de las Águilas, la directiva de la novena de Santiago de los Caballeros no realizó la inversión necesaria para contratar buenos jugadores y se conformaron con los que seleccionaron el sorteo.
El resultado es evidente, Gigantes y cuyayas están al borde del precipicio, o mejor dicho, casi eliminados, ya que están a tres partidos de Licey y Estrellas, restando solo tres encuentros.
Tendrían los de arriba que perderlos todos y los de abajo ganar sus compromisos que les restan para aspirar al menos a un empate, algo que resulta casi imposible.
«La directiva (de las Águilas) no contrató buenos jugadores y se lanzó a competir con lanzadores flojos como el caso de Maya (Yuneski), quien no está en capacidad para hacer buen trabajo en esa fase del torneo», dijo el fanático aguilucho Rafael Pimentel.
Las cuyayas tienen marca de seis victorias y nueve derrotas, al igual que los Gigantes, mientras Licey y Estrellas acumulan nueve triunfos y seis reveses.