Hace un puñado de años cuando lo trending topic fue renombrado solo como viral, él estuvo entre los primeros protagonistas, cuyo video llorando de forma desconsolada, tirado en el centro del montículo casi le dio la vuelta al mundo. 

Quizás, el acontecimiento no era para menos, Edward Uceta (Sopita), en agosto del 2017, era solo un niño de 12 años, con rostro de ángel, lanzaba en el box, con su equipo de República Dominicana en ventaja de 2-1 sobre Venezuela en el sexto episodio.  

El escenario era el campeonato mundial de pequeñas ligas de Williamsport, certamen en el que participan equipos de los cinco continentes y en su brazo descansaba la oportunidad para que los dominicanos clasificaran a la siguiente ronda. 

Empero, un doblete de Omar Romero hacia el prado derecho, productor de dos carreras se interpuso en el interés del entonces niño y las aspiraciones de su equipo de vestirse de gloria y lo que ocurrió segundos después fue tan desgarrador que convirtió al infante en una especie de héroe. 

Se desplomó en el box a llorar y llorar, en medio de la celebración de “los venezolanitos” y el hecho fue tal que la misma no fue tan extensa como ameritaba y de lo contrario, todos corrieron al montículo para consolar al niño, quien con su actitud mostró el gran orgullo patrio que sentía en su corazón. 

Hoy, un lustro después, el popular Sopita recuerda ese momento que le marcó la vida para siempre, incluso a varios de los nombres de los oponentes, quienes tras ese episodio se convirtieron en sus amigos. 

“Claro que lo recuerdo, siempre estará en mi corazón ese momento, quería brindarle la victoria a mi equipo, pero lamentablemente no se pudo”, expresó Uceta al Listín Diario. “En ocasiones me pongo a observar esos videos, lo rememoró con mucho orgullo y pasión”, señala. 

Pero, tras la conclusión de ese partido ¿Qué ha sido de su vida?. ¿Por dónde andas aquel joven que se hizo tan popular aún en una causa perdida?. 

Tras Listín Diario contactarlo, en la actualidad cuenta con 17 años, continúa en béisbol buscando conseguir su firma para el profesionalismo en el programa de Nicolás Marlin, en San Pedro de Macorís. 

Juega la posición de cátcher, en esa academia tiene año y medio, su posibilidades de firmas para el período de enero 15 del 2023 son amplias, meta para la que trabaja de sol a sol desde muy temprano cada mañana. 

“Le he hecho buen trabajo a varios equipos, pero al final dependerá de ellos si logran firmarme, yo solo trato de dar lo mejor de mí en cada uno de los tryouts que realizó, en lo que estoy enfocado es en laborar a fin de tener un mayor progreso cada día”, expuso el novel. 

Oriundo de Gurabo, Santiago, Sopita tuvo sus primeros pininos en la Liga Los Bravos de Pontezuela, que comanda José Cordero (El Brother). El se sacrifica y cada vez que puede hace el viaje desde San Pedro hasta Santiago para estar junto a sus padres, Cecilio Uceta y Danilsa Rodríguez. 

Una especie de Carlos Ruiz 

Incluso, el propio Cordero expresó a este rotativo que Uceta si logra pactar pudiera ser una especie de Carlos Ruiz, aquel cátcher de Panamá que militó durante 12 campañas en las Mayores, principalmente con los Filis. 

Sopita es pequeño, apenas 5´7 de estatura, pero es fornido igual que la máscara de Panamá, quien en su paso por la gran carpa se distinguió por ser un receptor aguerrido, con un bate más que decente. 

“En la academia realizamos varios ejercicios especiales, brindando muchas gomas, cuicas, corriendo con mucho peso detrás en la cintura entre otros·, resalta. 

La adrenalina que exhibía desde pequeño la ha mantenido, su bate es bueno y cuenta con fuertes disparos hacia las bases. “ Cuando empiezan los partidos me transformo ”, sostiene.