Los Padres de San Diego anunciaron de manera oficial la firma a un contrato de Grandes Ligas de Robinson Canó.
El veterano dominicano de 39 años fue designado para asignación por los Mets el 2 de mayo y dejado en libertad el domingo pasado, a pesar de que se le deben aún US$37.6 millones de su contrato. Bateó .195 con un jonrón y tres empujadas en 12 juegos con Nueva York en el 2022.
Aquí, una mirada a lo que significa la movida para los Padres.
¿Dónde jugará?
Claramente, la ofensiva de los Padres puede mejorar. Pero su falta de profundidad ha sido expuesta en este comienzo de campaña.
El cañonero le aporta al club un necesitado bate zurdo desde la banca. El manager Bob Melvin es conocido por su agresividad de jugar con los enfrentamientos particulares.
Canó también podría ser bateador designado en ocasiones – aunque Luke Voit es visto como el titular del puesto. El quisqueyano también aporta profundidad en la intermedia.
¿Qué aporta Canó?
No, no es el mismo Canó que terminó entre los seis mejores en las votaciones a JMV durante cinco temporadas en fila entre el 2010 y el 2014, ni el que ganó dos Guantes de Oro con los Yankees.
Pero es una apuesta a bajo costo que podría brindarles a los Padres un impulso ante los lanzadores derechos. Canó se perdió toda la temporada del 2021 mientras cumplía su segunda suspensión por uso de sustancias prohibidas. En el 2020, bateó .339/.368/.534 ante los derechos.
Además, Canó es oriundo de San Pedro de Macorís, igual que Fernando Tatis Jr.
¿Qué viene ahora?
Canó no es la cura para todos los males de los Padres. Ayuda con la profundidad de la banca, pero el principal problema del equipo – además de las lesiones de Tatis, Voit y Wil Myers – es la baja producción de parte de los jardineros.
Con la fecha límite de cambios aproximándose, San Diego podría estar en busca de un bate para sus praderas.