¿Será cierto tanta belleza? El próximo Mundial de la Fórmula Uno lo tenemos al doblar de la esquina, y las promesas son de que por primera vez habrá diversidad en la competitivo, terminando con el monopolio que siempre existió, además de una monotonía que incluso hizo temer la debacle del mayor espectáculo en la serpiente asfáltica. 

El 20 de marzo los veinte competidores llegarán “en igualdad de condiciones” para el Gran Premio de Bahréin, gracias al llamado efecto suelo que impondrán los nuevos coches, cuya salida del aire sucio quedará en el pasado. Así lo afirma la Federación Internacional de Automovilismo –FIA-, en un manual que implementa notables cambios.  

El efecto suelo hará que los coches tengan mucho mayor facilidad de rebases y más “mano a mano”, ante la ventaja del contra rebufo, con aire limpio para los persecutores. Ya no habrá suelo abierto, lo que disminuirá en 10 por ciento el efecto contra los persecutores.  

Esa será sin duda la mayor variación en términos tangibles para los coches, dentro de unas normativas, que sí mantendrán las unidades de potencia inalterables, igual que los DRS. Un cambio adicional importante será en los neumáticos, que pasan a ser aros 18 pulgadas.  

Los diez equipos tendrían en la teoría iguales coches, con la garantía para los más pobres que ninguna escudería puede exceder de los 240 millones de dólares en presupuesto, de ahí que será puro ingenio la construcción de uno que supere a los demás en cuanto a rendimiento puro en la pista.  

La FIA descentraliza  

La FIA, junto con Liberty Media –encargada del marketing- quieren un espectáculo de calidad total, y por ello, la competitividad es fundamental. Y lo que mostró el 2021 da la razón con creces: seis pilotos distintos lograron triunfos.  

El organismo rector espera salir airosa de unos cambios normativos que tardaron años en estudio para implementación en 2022.  

En la pasada temporada, a pesar de lo “competitiva” que resultó, fue claro que tanto Mercedes como Red Bull se fueron muy delante del resto, pero donde el primero incluso sacaba notable diferencia frente al propio equipo del piloto campeón (Max Verstappen). Incluso, la velocidad del equipo verdinegro, aumentaba también sobre los demás por un tipo de alerón distinto del resto.  

¿Caerán los grandes?  

Sigue siendo “un ver para creer” el que los equipos grandes vayan a ceder su poderío nato, como los casos de los de las flechas plateadas, la bebida energizante. Ferrari, McLaren y Williams.  

Si bien FIA entiende que esta vez la competencia dará oportunidad a todos o mayoría de equipos de ganar, siempre se vio que los cambios –nunca tan radicales como ahora- no hacían más que ratificar el dominio imperante, el último de los casos sucedió con la omnipotencia de Mercedes en la pasada década, a contracorriente con la llegada de la era híbrida.  

Pero lo que nadie duda que ahora los coches –si funcionan con los cambios implementados- no serán tan decisivos como lo fueron todo el tiempo en la categoría: 80 por ciento contra 20 del piloto. Ahora sería un 50-50.  

Así que si las variantes propuestas terminan confirmando las pretendidas ambiciones de los jerarcas de Fórmula 1, el futuro de este espectáculo desde ya, mostrará mucho más de lo que supuso el mundial de los mundiales en 2021, con dos pilotos que decidieron todo en la última vuelta (GP de Abu Dhabi).  

El gran circo se hace esperar, con una acrecentada audiencia ávida de seguir saboreando del mejor manjar jamás producido, gracias a Verstappen y Lewis Hamilton.