Otra jornada de negociaciones arrojó sólo avances menores y no propuestas sobre las diferencias significativas, por lo que las Grandes Ligas quedaron a cuatro días de que venza el plazo establecido por los dirigentes para salvar la fecha inaugural de la campaña y el calendario de 162 juegos.
Las dos partes parecieron adoptar el jueves una postura en que desafiaron al bando contrario a hacer el siguiente movimiento, en relación con los temas económicos torales del paro, como los topes y montos del llamado impuesto al lujo, el salario mínimo y el fondo propuesto de bonificaciones para peloteros que podrían recurrir al arbitraje salarial.
Ante esas posturas, parece que lo más pronto que podría llegar algún avance significativo sobre los temas principales sería unas horas antes del momento en que las mayores han advertido que cumplirán su amenaza de comenzar la cancelación de juegos.
Esa medida comenzaría a tener un impacto sobre el salario de los peloteros.
El sindicato ha manifestado su impresión de que los dirigentes carecen de ideas en tanto los jugadores no ofrezcan propuestas nuevas sobre los asuntos clave. Los clubes reprochan al sindicato no haber alterado desde noviembre su plan sobre el impuesto al lujo.
Por su parte, los peloteros dicen esperar porque la dirigencia habría señalado que el impuesto al lujo suele ser de los últimos temas abordados.
foto del miércoles 23 de febrero del 2022, Max Scherzer, pitcher de los Mets de Nueva York, llega a las negociaciones laborales con las Grandes Ligas. (AP/RON BLUM)
Lo que no ha hecho el comisionado
Rob Manfred, el comisionado de las Grandes Ligas, no se ha pronunciado públicamente sobre las conversaciones desde el 10 de febrero. Tony Clark, el líder sindical, tampoco ha emitido comentarios desde el 2 de diciembre.
Asimismo, los jugadores quieren reducir la compartición de ingresos y expandir las condiciones en que un agremiado puede ir al arbitraje salarial. Las Grandes Ligas advierten que no aceptarán ninguna de esas propuestas.
Ambos bandos accedieron a reunirse de nuevo este viernes, el quinto día consecutivo de negociaciones y el undécimo sobre temas centrales desde el 2 de diciembre, cuando comenzó el paro.
La novena interrupción de labores en el béisbol es la primera desde 1995, y llega este viernes a su 86to día.
Los peloteros no han aceptado el lunes como plazo, y han sugerido que cualquier juego cancelado se compensará con dobles carteleras, un método que, según las Grandes Ligas, no se aceptará.
El sindicato ha advertido a las mayores que si se pierden encuentros y salarios, los clubes no deben hacerse ilusiones de que los jugadores accederán a las propuestas de los dirigentes, de que se expandan los playoffs y se permita publicidad en uniformes y cascos.
Rob Manfred, el comisionado de las Grandes Ligas, no se ha pronunciado públicamente sobre las conversaciones desde el 10 de febrero.(DL/ARCHIVO)
La novena interrupción de labores en el béisbol es la primera desde 1995, y llega este viernes a su 86to día.
Rob Manfred, el comisionado de las Grandes Ligas, no se ha pronunciado públicamente sobre las conversaciones desde el 10 de febrero. Tony Clark, el líder sindical, tampoco ha emitido comentarios desde el 2 de diciembre.
El dueño de los Yanquis de Nueva York Hal Steinbrenner, el lanzador de Houston Lance McCuller Jr. y el infielder de Miami Miguel Rojas se unieron a las conversaciones.
También se apersonaron los jugadores que han estado desde el inicio de la semana: Gerrit Cole y Jameson Taillon de los Yanquis; Max Scherzer y Francisco Lindor de los Mets; Paul Goldschmidt de los Cardenales; Ian Happ de los Cachorros; Brent Suter de los Cerveceros; y el agente libre Andrew Miller.