En dicha disputa, el de los Lakers sacó de forma violenta el brazo e impactó contra la cara del ala-pívot, a quien propinó un duro golpe que le hizo sangrar de forma notable.
Stewart, de hecho, tuvo que ser rápidamente separado, pues trató de encararse con LeBron buscando explicaciones y confrontación, lo que generó un altercado en pista que obligó a parar el partido varios minutos y a calmar a los jugadores de ambas plantillas.
Isaiah, no obstante, lejos de relajarse parecía estar cada vez más furioso, y logró zafarse en varias ocasiones de los miembros de los Pistons que le rodeaban para volver a acercarse a la zona en la que estaban los Lakers, aunque por suerte finalmente pudo ser rodeado de nuevo y llevado a vestuarios para ser atendido. Esta reacción le supuso dos faltas técnicas, lo que significó también su expulsión.
"Todo el mundo en la liga sabe que LeBron no es un jugador sucio" afirmó Anthony Davis tras el encuentro. "En cuanto ocurrió, se giró hacia él y le dijo ‘Lo siento, no quería hacerlo’.
James, por su parte, no ofreció declaraciones ante los medios. Ambos equipos volverán a verse las caras al próximo domingo en el Staples, con suerte con los ánimos más calmados y sin ganas de repetir lo visto esta madrugada.