Pero el miércoles resultó ser un dolor en el cuello para los Cardenales de San Luis en la parte baja del noveno inning.
Taylor quebró el empate con un jonrón de dos carreras y los Dodgers de Los Ángeles eliminaron a los Cardenales de San Luis al imponerse 3-1 en un brillante juego de comodines de la Liga Nacional.
Justin Turner la sacó del parque antes para los Dodgers, que acumularon 106 victorias en la campaña regular, se instalaron en la serie divisional, donde enfrentarán en un máximo de cinco duelos a los Gigantes. San Francisco, su rival acérrimo que sumó un triunfo más para conquistar el título de la División Oeste, será el anfitrión en el primer juego el viernes.
“Va a ser divertido, sí. Dos de los mejores récords de la historia en la temporada regular. Hemos bateado bien todo el año, así que espero una serie muy reñida”, dijo Taylor.
Los Dodgers celebraron sobre el diamante antes de continuar la fiesta en el vestuario, donde la cerveza y el champán bañaron a los jugadores, sin camiseta pero con gafas protectoras.
Los 53.193 espectadores que llenaron el Dodger Stadium sufrieron prácticamente con cada pitcheo, durante un duelo en que la tensión fue creciendo a partir del cuarto inning.
Mediante toallas azules que agitaron, los seguidores de los Dodgers realizaron una especie de hechizo fallido por lograr que se fueran del otro lado de la cerca las pocas pelotas que el equipo local bateó hacia los jardines, en un duelo entre dos de las franquicias más tradicionales y exitosas de la Liga Nacional.
Hasta que funcionó.
Cody Bellinger gestionó un boleto de T.J. McFarland con dos outs en el noveno episodio, y se robó la intermedia. Todos los espectadores se pusieron de pie, para ver si los Dodgers podían seguir en su intento por revalidar el cetro de la última Serie Mundial.
“Es importantísimo, saber que no tengo que hacer demasiado”, dijo Taylor, quien bateó en novena posición tras entrar al campo para jugar como jardinero izquierdo luego de un doble cambio en el séptimo. “Eso me tranquilizó un poco”.
Alex Reyes llegó para enfrentar a Taylor, quien encontró un lanzamiento con cuenta de 2-1 y envió la pelota al pabellón del jardín izquierdo, lo cual desató la fiesta.
“Sinceramente, sólo traté de conectar un sencillo. No busqué mucho”, dijo Taylor. “Él me lanzó un buen slider y pude elevar la pelota”.
Es la cuarta vez en la historia que los Dodgers dejan a sus rivales tendidos en el terreno mediante un jonrón en un juego de playoffs.
En la parte alta del inning, con un out, Tommy Edman había pegado un sencillo al jardín derecho ante el taponero Kenley Jansen, antes de robarse la intermedia. Paul Goldschmidt vio pasar el tercer strike y Tyler O’Neil se ponchó tirándole, para que se disipara la amenaza.
Todo el bullpen dio un paso adelante. Lo hemos estado haciendo todo el año”, apuntó Jansen. “Ahora nos vamos al norte”.
Ambos equipos colocaron hombres en los senderos durante la sexta, séptima y octava entrada, pero no lograron remolcar la carrera de la ventaja.
“Este es un vestuario lleno de chicos que están sufriendo”, dijo Mike Shildt, manager de los Cardenales.
El juego fue abierto por dos ases, Adam Wainwright de San Luis y Max Scherzer de los Dodgers. Pero ambos tuvieron problemas de control al comienzo.
Fue la primera vez en la historia que dos abridores de más de 37 años se enfrentaron en un único juego de vida o muerte en postemporada. Wainwright tiene 40 y Scherzer 37.
Cada uno expidió un par de boletos en los primeros tres innings. Un wild pitch de Scherzer derivó en una carrera en el primer inning. En el cuarto, propinó un pelotazo a Harrison Bader.
“Fueron implacables”, afirmó Wainwright sobre los Dodgers. “Tuvimos nuestras oportunidades de ganar este juego”.
Justin Turner igualó 1-1 en la cuarta entrada, por medio de un jonrón solitario que depositó la pelota en el bullpen de los Dodgers. Fue el primer cuadrangular permitido por Wainwright con una curva en la historia de la postemporada.
Los 13 vuelacercas de Turner en los playoffs constituyen un récord de la franquicia.
Por los Cardenales, el puertorriqueño Yadier Molina de 4-0. El panameño Edmundo Sosa de 4-0.
Por los Dodgers, el dominicano Albert Pujols de 1-0.