Tras perder los dos encuentros a domicilio por culpa de un Donovan Mitchell excepcional, los Clippers volvieron a jugar ante su público en Los Ángeles (EE.UU.) y las dos estrellas locales respondieron al desafío de rendir a los poderosos Jazz, que fueron el mejor equipo de la temporada regular (52-20).
George dio un paso al frente y logró 31 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias, mientras que Leonard, que se encuentra en un maravilloso estado de forma, consiguió 34 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias.
Los angelinos, que también perdían por 0-2 en la primera ronda de los playoff y acabaron ganando finalmente por 4-3 a los Dallas Mavericks, demostraron esta noche que cuando todas sus piezas encajan son un equipo rocoso, lleno de talento y muy peligroso en una eliminatoria.
Los Clippers apostaron de inicio por un quinteto bajo (sin el pívot Ivica Zubac), muy físico en defensa y dinámico en ataque que resultó ser una receta adecuada para desarmar a los Jazz.
Sin desmerecer su esfuerzo defensivo, los Clippers disfrutaron de una gran velada en la parcela ofensiva con un 56 % de tiros de campo (50 de 89) y un 53 % en triples (19 de 36).
En los Jazz, que siguen sin poder contar por lesión con su base titular Mike Conley, Donovan Mitchell fue el máximo anotador (30 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias) seguido por Joe Ingles (19 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias).
Este fue el primer partido de los Clippers desde que el viernes se conoció que Serge Ibaka se perderá lo que queda de temporada tras pasar por el quirófano para operarse de la espalda.
GRAN REACCIÓN LOCAL
El encuentro no pudo empezar peor para los Clippers.
Joe Ingles enchufó dos triples seguidos y Tyronn Lue se vio forzado a pedir un tiempo muerto cuando solo se había jugado un minuto y 14 segundos tras un desastroso arranque local (0-8).
Pero los Clippers reaccionaron de manera decidida y solvente, ya que entre Reggie Jackson y Paul George, más una defensa que poco a poco empezó a frustrar a los Jazz, le dieron la vuelta al marcador (16-13 a falta de 3.55).
Ingles estuvo fantástico en el primer cuarto para los visitantes (11 puntos), que en cambio sufrieron la desafortunada presentación de un Donovan Mitchell que acabó el parcial inicial sin anotar y totalmente anulado por el asfixiante quinteto bajo de los Clippers.
Al final, una canasta sobre la bocina de Patrick Beverley certificó la superioridad de los Clippers en el primer cuarto (27-23).
Paul George suele ser un buen termómetro para medir a los Clippers.
Si el alero juega bien, la victoria para los angelinos suele estar al alcance de la mano; pero si tiene el día torcido, las opciones de los Clippers se reducen muchísimo.
Esta vez la moneda salió cara puesto que George se mostró muy incisivo y batallador en la primera parte y guió con brillantez a los Clippers para obtener sus primeras ventajas de importancia (42-33 con 7.21 por jugarse).
Mitchell no consiguió sus primeros puntos hasta mediados del segundo cuarto, pero a partir de ahí pareció como si se hubiera quitado un enorme peso de encima (16 puntos al descanso).
Sin embargo, los Clippers dibujaron un tardío parcial de 10-0, con George al mando de las operaciones, y una canasta final de un eléctrico Jackson les llevó al vestuario con el viento a favor (64-49).
En la primera mitad, los Clippers dominaron el rebote (23 por 19), perdieron menos balones que los Jazz (2 por 5) y se mostraron más acertados de cara al aro (52 % en tiros de campo frente a 41 %).
EL SHOW DE LEONARD
Salvo apariciones muy puntuales, Kawhi Leonard pasó desapercibido los dos primeros cuartos.
Pero en el tercer parcial pidió la palabra y comenzó su show.
En penetración o con tiros de media distancia, Leonard anotó 10 puntos seguidos sin fallo en la reanudación para mantener a los Clippers con una cómoda distancia (77-63 a falta de 7.01).
Los de Utah no perdieron la fe y se reengancharon al encuentro con un notable parcial (7-13) coronado por un triple de Bojan Bogdanovic que les permitió bajar de los diez puntos (84-76).
No obstante, los angelinos encararon el cuarto definitivo por delante (94-83) gracias a la eficaz contribución de reservas como Luke Kennard.
Los Jazz entraron al último cuarto con la intención y la energía necesarias para inventarse una remontada.
Pero los errores y las imprecisiones a ambos lados de la pista se acumulaban para los visitantes, que además dejaron a Mitchell demasiado solo para conseguir la proeza.
Frente a ellos, Leonard volvió a recordar que tiene unos nervios de acero y continuó torturando a los Jazz desde todas las posiciones y maneras posibles hasta que la brecha fue ya demasiado grande (120-98 a falta de 3.36).
El cuarto partido de esta serie se disputará el lunes también en el Staples Center de Los Ángeles.