Means perdió el juego perfecto cuando en el tercero se le embasó Sam Haggerty, quien se ponchó tirándole, la pelota rebotó en la tierra y se le escapó al receptor dominicano Pedro Severino. Haggerty llegó a la inicial pero no duró mucho pues fue retirado en un intento de robarse la segunda base.
El último lanzador de los Orioles en lanzar un juego sin hits sin carrera en solitario fue el miembro del Salón de la Fama Jim Palmer contra los Atléticos de Oakland el 13 de agosto de 1969.
Un grupo de lanzadores de los Orioles se combinó después para un juego sin hits contra los Atléticos el 13 de julio de 1991.
En general, fue el décimo juego sin hits en la historia del club: seis desde que la franquicia se mudó a Baltimore y cuatro cuando eran los St. Louis Browns.
Ya esta temporada Joe Musgrove había lanzado el primer juego sin hits en los 53 años de historia de la franquicia de los Padres de San Diego, y el cubano-estadounidense Carlos Rodón lanzó el vigésimo juego sin hits en la historia de los Medias Blancas de Chicago.
El lanzador cuatro veces All-Star, también zurdo, Madison Bumgarner, de los Diamondbacks de Arizona, tuvo un “no-hitter” sobre los Bravos de Atlanta en una victoria de siete entradas (7×0) hace unos días, pero ese esfuerzo no entró en los libros como un juego sin hits oficial porque el partido no fue de nueve entradas.
Ofensivamente, los “oropéndolas” contaron con jonrones de Trey Mancini (3 impulsadas) y Pat Valaika, además de otra remolcada del torpedero mexicano Ramón Urías.