La noticia se conoció este miércoles mediante un comunicado del comisionado de las Grandes Ligas Rob Manfred.
Para Canó, de 38 años, es la segunda suspensión por el consumo de sustancias que mejoran de forma ilegal el rendimiento en el campo (PED, en inglés).
El intermediarista dominicano se perdió 80 juegos en la temporada del 2018 después de dar positivo por un diurético cuando jugaba para los Marineros de Seattle.
Sandy Alderson, presidente de los Mets, dijo a través de un comunicado que «nos decepcionó mucho que nos informaran sobre la suspensión de Robinson por violar el Programa Conjunto de Prevención y Tratamiento de Drogas de las Grandes Ligas».
Agregó que «la violación es muy desafortunada para él, la organización, nuestros fanáticos y el deporte».
«Los Mets apoyan plenamente los esfuerzos de las Grandes Ligas para eliminar las sustancias que mejoran el rendimiento del juego de forma ilegal», indicó.
Una segunda prueba positiva da como resultado una suspensión automática de 162 partidos, según el acuerdo conjunto sobre drogas entre las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores.
Debido a la suspensión, Canó perderá su salario de 24 millones de dólares.
El intermediarista dominicano fue traspasado a los Mets en un acuerdo de diciembre del 2018 que envió al joven talento Jarred Kelenic a los Marineros.
Después de una primera temporada sin mucho éxito, Canó se recuperó para batear .316 / .352 / .544 esta temporada y se esperaba que desempeñara un papel importante mientras los Mets juegan su primer campeonato bajo el nuevo propietario Steve Cohen y la nueva gerencia de la oficina principal.
Canó, quien anteriormente firmó un contrato por 10 años y 240 millones con los Marineros, tiene 2 años y 48 millones restantes en su contrato.
Los Marineros pagarán 7,5 millones de esa cantidad.