La cadena ESPN había avanzado el miércoles que, a medida que se conocían los detalles de la estricta concentración en Disney World (Orlando), un grupo de jugadores tenía dudas sobre si participar en la reanudación de la temporada el 30 de julio, una situación que por ahora no pondría en riesgo el proyecto.
Irving, quien se encuentra lesionado y no podría jugar en Orlando, se pronunció el viernes contra el plan en una llamada de más de una hora de duración en la que participaron otras figuras como su compañero en los Nets Kevin Durant, Joel Embiid y Chris Paul, presidente de la Asociación de Jugadores (NBPA), coincidieron reportes de varios medios.
Para defender su rechazo, el base, que es uno de los siete vicepresidentes de la NBPA, esgrimió los riesgos que supondría competir en medio de la pandemia de coronavirus así como la necesidad de que los jugadores sigan enfocándose en apoyar el movimiento contra el racismo surgido en Estados Unidos a raíz del crimen de George Floyd el 25 de mayo.
Según fuentes del medio digital The Athletic, Irving fue el primero en tomar la palabra: “No apoyo ir a Orlando. No estoy con el racismo sistemático y la basura. Algo huele un poco mal”.
“Queramos admitirlo o no, somos marcados como personas negras cada día que nos levantamos”, habría agregado Irving, campeón de la NBA en 2016 con los Cleveland Cavaliers, según The Athletic.
La NBA, que está suspendida desde el 12 de marzo por el coronavirus, ha apoyado masivamente las actuales protestas contra la desigualdad racial y la brutalidad policial contra los afroamericanos, con estrellas como Giannis Antetokounmpo uniéndose a las marchas.
Y en la llamada algunos jugadores incidieron en que una concentración tan larga -entre 53 días y tres meses- y restrictiva como la que se espera en Orlando podría distraerles del objetivo de lograr un cambio social por la igualdad racial.
Otros participantes en la llamada, como Carmelo Anthony y Donovan Mitchell, hablaron también sobre la opción de ausentarse de Orlando por los riesgos de contagio del virus y de lesiones.
Anthony fue uno de los primeros jugadores en expresar públicamente sus dudas sobre participar en la reanudación de la temporada en el complejo deportivo de Disney World, un área de más de 90 hectáreas donde los equipos jugarán y se alojarán entre grandes medidas de prevención frente al virus, que incluirán la aplicación diaria de tests de COVID-19.
– LeBron James, ausente –
En la llamada también tomó la palabra Chris Paul, quien como presidente de la NBPA dio detalles sobre las negociaciones que sostienen con la liga para reanudar la temporada y que, según ESPN, están cerca de cerrarse con acuerdo.
La NBA, que esperaba que algunos jugadores no viajaran a Orlando por diversas razones, estableció en ese acuerdo que aquellos que tengan condiciones de salud particulares que les pongan en mayor riesgo frente al virus podrán ausentarse, mientras que quienes prefieran no jugar por otras razones no sean sancionados pero no reciban los pagos correspondientes a esos partidos.
Estrellas como LeBron James, quien esta semana lanzó una iniciativa para fomentar el voto de los afroamericanos en las presidenciales de noviembre, sostienen que es posible mantener la movilización social al mismo tiempo que se vuelve a competir.
James (Los Angeles Lakers), que no estuvo en la conferencia, y los líderes de los otros equipos que aspiran al campeonato no apoyan la opción de cancelar la temporada, que la NBA tampoco está considerando en este momento, según ESPN.
Las consecuencias financieras que tendría para los jugadores una eventual cancelación de la temporada también tuvieron un espacio en la llamada. Dar por terminada la campaña supondría pérdidas salariales de unos 645 millones de dólares, de los cuales los jugadores podrían rescatar 300 millones si aceptan el plan de Orlando.
ESPN advirtió, además, que la cancelación podría llevar a la NBA a aplicar la cláusula de “fuerza mayor” para extinguir el actual convenio laboral con los jugadores y renegociarlo después a la baja.