Corría el invierno de 2002, los Mellizos de Minnesota no le renovaron el contrato a David Ortiz, un primera base, bateador zurdo con una defensa aceptable y un bate que solo necesitaría chance de tener más turnos.
Los Medias Rojas de Boston, por el consejo de Pedro Martínez, firman a David y le dan el chance de ser el bateador designado del equipo que llegó hasta la serie de Campeonato y perdió de los Yankees en siete partidos.
“Dame una oportunidad y no solo mejoraré las cosas para mi familia y para mí, sino que también mejoraré las cosas para la organización y la comunidad”, expresó Ortíz a mediados de esa temporada de 2003.
Ortíz confesó en mayo de 2017 a Stephen Colbert de dónde vino su apoyo. "Normalmente soy malo recordando nombres. Todos los días conozco muchas personas y no soy capaz de recordar sus nombres. Entones les digo "hey, papi", y ellos me responden hacia atrás "papi", dijo el dominicano entre risas para ir explicando su tan popular apodo.
Sobre su apodo también hay una leyenda dentro del beisbol. Mientras Pedro Martínez se enfretaba a los Yankees de Nueva York, en una de las rivalidades más ricas del negocio, los fans de los "mulos del Bronx" solían preguntarle a Martínez, entre ovaciones "who´s your daddy". Quién es tu papá, le preguntaban, burlandose cuando podía batearle sin misericordia alguna.
Cuando Ortíz guió a Boston en el 2004 a remontar en la Serie de Campeonato, precisamente ante los Yankees, surgió el apodo histórico. "He´s de Big Papi".
2004
En 2004, Terry Francona le da a Ortiz la oportunidad de repetir su estelar campaña del pasado año y le da la encomienda de ser quien bateara detrás de Manny Ramírez. Esa temporada Ortiz y los Medias Rojas ganaron el Comodín de la Liga Americana.
En la serie de Campeonato de ese año, los Medias Rojas se vieron en desventaja 0-3 de los Yankees de Nueva York. Ortiz decidió el cuarto juego con un cuadrangular y el quinto con un sencillo. Boston ganó los siguientes dos partidos, completando así el regreso más asombroso en cualquiera de las cuatro ligas mayores de Estados Unidos.
David Ortiz fue galardonado como jugador más valioso, y la leyenda del “Big Papi” empezaba a crecer. Los Medias Rojas fueron a barrer a San Luis en cuatro juegos, ganando así su primera serie mundial en 86 años.
2007
Ya catapultado como una superestrella y luego de tener que hacerse cargo de la ofensiva del conjunto, luego de que Manny Ramírez se perdiera gran parte de la temporada por lesión. Bateando por encima de .330 de promedio, con más de 30 cuadrangulares y 100 remolcadas y decidiendo unos partidos en el proceso.
Boston volvió de un déficit en 1-3 en la serie de campeonato ante los Indios de Cleveland y barrieron a los Rockies de Colorado, para obtener su segunda Serie Mundial.
2013
Luego de varias temporadas difíciles, por problemas en el talón de Aquiles, pero ya visto como un héroe en Boston. El Big Papi empezó esa temporada como el icono de un equipo joven, que tuvo que pasar por un momento fuera del terreno de juego que quizás marcó el destino del conjunto.
El 15 de abril del 2013, un atentado en contra del Maratón de Boston, sacudió Estados Unidos mientras el quipo se encontraba en Cleveland.
Los Medias Rojas regresaron a Boston el 20 de abril y ese día David Ortiz dio un discurso de agradecimiento a las unidades de emergencia y el pésame a quienes perdieron a alguien. Seguido de eso, Ortíz exclamó las palabras más enigmáticas del año.
“Esta es nuestra m**** ciudad y nadie nos la va arrebatar. Mantente fuerte Boston”, explicó el número 34 en el medio del terreno de juego.
El mote de “Boston Strong”, se hizo popular y los Medias Rojas de Boston tuvieron el mejor record de la Liga Americana y luego ganaron en seis partidos a los Cardenales de San Luis para un tercer título en tres temporadas.
El "Big Papi" fue seleccionado como el jugador más valioso de esa serie mundial y la leyenda de David se hizo aún más grande.
2016
El Big Papi se retiró del béisbol luego de la temporada del 2016, con una de las mejores temporadas para último año que haya conocido el juego: 38 jonrones, 127 carreras empujadas y promedio de bateo de 315. Sencillamente asombroso.
En su carrera en Grandes Ligas Ortiz bateó para .286 con 541 cuadrangulares y 1,768 carreras remolcadas. Es uno de los jugadores de béisbol más carismáticos que ha conocido el juego de pelota en toda su historia. Un “show man”. Un buen hombre.