“Por suerte, la enfermedad ya casi se ha ido”, señaló Thompson. “Me sentí muy fresco”.

Stephen Curry, que integra con Thompson la dupla conocida como los “Splash Brothers”, falló sus primeros ocho tiros de campo hasta que consiguió una bandeja a 6:20 minutos del final y terminó con 14 puntos, dos días después de conseguir 41 unidades en la derrota ante los 76ers, en la que acertó 10 triples. El resto de los Warriors estuvieron flojos a la ofensiva.

Andre Iguodala, que terminó con 17 puntos, consiguió tres para la ventaja en el último minuto del tercer periodo, dos más en el cuarto y Golden State se despegó en el marcador. DeMarcus Cousins contribuyó con su primer doble-doble (18 puntos y 10 tableros) en su segundo partido en casa y séptimo en total desde que regresó a las canchas tras una recuperación de casi un año debido a una cirugía para restaurarle una ruptura del tendón de Aquiles izquierdo.

Kevin Durant consiguió 21 tantos y 11 de las 31 asistencias de los Warriors.

Los Lakers se vieron en apuros sin James, tal como les ocurrió en la misma arena cuando ganaron 127-101 en la noche de la Navidad. Perdieron a James en el tercer periodo de ese encuentro debido a una distensión en la ingle izquierda. Regresó el jueves tras una ausencia de 17 partidos en el encuentro contra los Clippers y el sábado volvió a la banca.

El descanso de James se debió a lo que el entrenador Luke Walton describió como una “administración de carga”. El cuatro veces Jugador Más Valioso estaba programado para su segundo partido pero el viernes se despertó “muy dolorido” después de jugar 40 minutos en la victoria en tiempo extra por 123-120 sobre los Clippers. Terminó con 24 puntos, 14 rebotes y nueve asistencias.

“Nos tomó algún tiempo adaptarnos a lo que era el nuevo plan de juego”, manifestó Walton.