Ramírez (Indios) entró a la jornada del viernes empatado en el liderato de robos de la Liga Americana con Dee Gordon (Marineros) con 27, en tanto que Marte (Piratas) va tercero en la Nacional con 28, detrás del líder Trea Turner (Nacionales, 32) y el veloz Billy Hamilton (Rojos) con 29.
Desde que Franklin Taveras (1977) lo hiciera por primera vez, los criollos han ganado este liderato en nueve ocasiones, con José Reyes como el que más con tres (2005, 2006 y 2007).
Sin embargo, Ramírez y Marte proyectan terminar el curso por debajo de las 40 estafas, una cifra cónsona con la utilidad de este recurso en el béisbol de hoy, que perdió protagonismo una vez el cuadrangular aumentó y sustituyó el juego pequeño en la manufactura de carreras. Además del riesgo físico que representa robar bases.
El HR la sustituye
Hasta 1987, nunca en Grandes Ligas se promedió un vuelacercas por juego, pero desde 1994 hasta la fecha, con la excepción de 2013 y 2014, se ha superado la unidad en cada temporada. En 2017 se estableció la marca de todos los tiempos con 1.26 jonrones por choque, casi el doble que en 1992 (0.72).
Ese cambio se tradujo en carreras que con los robos no llegaban. En 1992 se anotó 4.12 vueltas por juego, mientras que en 2017 subió a 4.65 con el pico logrado en 2000 con 5.14.
De hecho, este curso se promedia 0.50 robo por encuentro, la cantidad más baja desde 1972 (0.49). Whit Merrifield (Kansas City) ganó el liderato de la Americana la temporada pasada con solo 34 y José Altuve lo hizo con 38 en 2015. Atrás quedaron esos años en los que había que estafarse más de 60 almohadillas para llevarse el título, ni decir de 1982 cuando Rickey Henderson estableció la marca para una estación con 130 para los Atléticos, en una de las tres campañas que superó el centenar.
En la Nacional, Vince Coleman (con seis títulos y tres veces con más de 100) y Tim Raines (cuatro coronas) se repartían el liderato.
Por 12 temporadas en fila, entre 1982 y 1993, hubo al menos 10 jugadores con 40 robos. Desde el fin de esa cadena solo ha habido tres zafras con una decena de estafadores de 40, la última en 2006.
De acuerdo a Cut4, de MLB.com, en el pico de la era dorada de los robos (1987) los equipos de las Mayores hicieron intentos de robo en un 12.4 % de las veces cuando llegaron a la primera base.
En las últimas tres campañas los clubes han tratado de robarse la segunda menos de un 8 %. Y este curso, los conjuntos promedian un 0.68 % de intento de robos por choque, el más bajo desde 1964.
(Fuente: El Diario Libre)