Su entrenador podía utilizarlo, pero no demasiado.
Ambos jugaron con restricciones de minutos, algo que los entrenadores han aprendido a aceptar, pero que jamás adorarán.
“Es un fastidio”, dijo el entrenador de San Antonio, Gregg Popovich.
Popovich ha tenido que lidiar con esa restricción esta temporada con Leonard, Tony Parker y Danny Green. En sus casos, al igual que Thomas, Joel Embiid (Filadelfia) y otros jugadores que se recuperan de lesiones, el cuerpo médico del equipo fija ciertas reglas sobre la carga que pueden tener los jugadores, lo que representa un reto incluso para un entrenador que ha sido un pionero en la administración de minutos de sus veteranos.
“Es difícil, porque es muy raro cuando tienes que decidir tus rotaciones. No puedes hacerlo”, dijo Popovich. “Quieres poner a jugar a alguien, pero no puedes hacerlo debido a los minutos, así que pones a otro jugadores en la cancha que no debería estar jugando debido a los duelos personales o lo que quieres hacer defensiva u ofensivamente. Así que quedas mal emparejado”.
Eso afecta a los equipos que intentan conseguir un buen ritmo, pero también a los jugadores que intentan recuperar su condición física. Eso es lo que encaró Tom Thibodeau en Chicago, cuando Derrick Rose regresó a la cancha tras sus varias lesiones de rodillas que torpedearon su carrera.
“A veces le reduces los minutos a jugadores más veteranos. A veces tienes jugadores más jóvenes, así que los utilizas más”, dijo Thibodeau, ahora entrenador de Minnesota. “Si un jugador está recuperándose de una lesión, primero quieres evaluar su condición, evaluar su estado físico. Así que creo que el entrenador es el único que tiene una idea clara del ritmo de un equipo”.
Popovich ni siquiera intenta realizar la ecuación para aprovechar al máximo los minutos, al bromea que no sabe sumar ni restar.
“Para eso tenemos 14 asistentes”, señaló. “Y todos están diciéndote, ‘fulano tiene que salir del juego, ya jugó siete minutos consecutivos, y te pasaste por un minuto y medio’”.