El equipo de la Liga Nacional acaba de ser demandado en una corte dominicana al pago de US$10 millones por “daños y perjuicios morales, sociales, psicológicos, profesionales, laborales y económicos”, por el incumplimiento de un contrato a un prospecto que data de casi cinco años.
La demanda, bajo el número 2016-17 y a la que DL ha tenido acceso, reposa en la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia de la provincia Santo Domingo y se conocerá en enero.
En febrero de 2012, Rudy Guzmán Mejía tenía 20 años y jugaba para el equipo del Ejército Nacional con el rango de raso. Gayo lo convenció de pedir la baja de las filas militares para firmar con los Piratas por un bono de US$100 mil que luego fue bajado a US$70,000 un año más tarde y el nativo de Sabana Grande de Boyá comenzó a entrenarse en las facilidades del club en El Toro, Guerra.
El equipo lo puso a jugar en la Liga de Verano la temporada 2013, pero no la 2014, el dinero del bono no llegaba a pesar de haber transcurrido los 180 días que establece el pacto para hacer el depósito y el jardinero quería dejar la organización para retornar a la Armada.
Gayo se oponía hasta que volvió a alinear en el torneo en 2015 y allí hasta se graduó de bachiller ese año en la academia y jugó también el 2016.
Pero desde Estados Unidos, país al que nunca ha viajado, llegaron a la academia de los Bucaneros unos cheques a su nombre en los que figuraba que jugaba en Florida entre abril y junio de 2015 con descuentos de impuestos locales y hasta de vivienda, un dinero que se desconoce quién cobraba. En 2016, en medio de los reclamos del jugador por no recibir su prima, el equipo lo llamó para que vaya a firmar su licenciamiento, a lo que el jugador se negó, puesto que no había vuelto a ver el contrato que lo vinculaba al conjunto.
Para Guzmán conseguir la copia del pacto tuvo que contratar a tres abogados que en julio pasado intimaron por acto de alguacil al equipo a la entrega del contrato (copia del que DL tuvo acceso) y en agosto otra por la mora del pago. En octubre fue sometida una demanda para la reparación de los daños, una que se conocerá el 10 de enero.
El pasado miércoles, los Piratas anunciaron el cese de su relación con Gayo, bajo sospechas de haber recibido pagos inapropiados en México, país donde Guzmán alega que el escucha le prometía que lo llevaría “si no resolvía su situación con los Piratas”.
En un comunicado, los Piratas indicaron que sienten una “profunda decepción por el abuso de confianza”.
“Fuimos informados de la investigación de Grandes Ligas de infracciones cometidas por René durante su permanencia en el equipo y del hecho de que MLB ha investigado como resultado de violaciones. Además de confirmar nuestra profunda decepción en la violación de la confianza de la investigación de MLB”, dijo el equipo.
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Gayo, nacido hace 55 años en Miami, tiene una licenciatura en economía en la universidad St. Mary’s, donde jugó béisbol y fue fichado por los Rojos de Cincinnati en 1987, pero dos cirugías en una rodilla limitaron a un año su carrera como receptor.
Fue scout de los Piratas y Rangers entre 1989 y 1999, cuando fichó por los Indios y ganó fama de “Ojo de Águila” al reclutar por bonos bajos para Cleveland en el país a jugadores como Fausto Carmona (quien luego resultó ser Roberto Hernández) y a Jhonny Peralta por US$10 mil a cada uno, a Willy Taveras, Rafael Pérez y Héctor Luna por US$25 mil.
Esa estadía en Ohio con esos resultados a pesar de llegar sin conocer el mercado caribeño disparó sus bonos en la industria y comenzaron a llegarles ofertas de diferentes organizaciones.
En 2003 los Piratas lo contrataron para encargarse de las operaciones en América Latina y en 2008 el equipo abrió una moderna academia en El Toro, Guerra, de 96 hectáreas con una inversión de US$5 millones. De esta última relación salieron jugadores como Starling Marte (fichado por US$85 mil), Gregory Polanco (US$150 mil) y Alen Hanson (US$90 mil).
Pero el fichaje del mexicano Luis Heredia por US$2.6 millones activó las alarmas.
Su cabeza corrió peligro en 2012 cuando se hizo público el documental El Pelotero, donde se mostraban imágenes de Gayo presionando a los familiares de Miguel Ángel Sanó y al mismo jugador de que confesara en 2009 que era mayor de la edad que decía (16 años) para fichar con los Piratas por un bono menor al que ofrecía Minnesota (US$3,1 millones).
“Lamentablemente este es el país de la mentira y aunque ustedes estén diciendo la verdad ustedes tienen que pagar por eso”, dijo Gayo en una grabación tomado con cámaras secretas colocada por los familiares de Sanó en una visita a su hogar en San Pedro de Macorís, adonde frecuentaba a presionarlos. “(Sanó) iba a ser suspendido por un año. Yo lo conseguí que no. Le conseguí una amnistía, tengo influencia. No es un problema. Lo único que tenía que hacer Miguel es cooperar. Le voy a buscar la visa para los Estados Unidos, es que ustedes no tienen un problema, porque me tienen a mí”.
La fluidez que tiene para comunicarse en español e inglés le ha abierto muchas puertas para trascender en la industria.
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