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Los bonos de siete dígitos, una apuesta con alta retribución
SANTO DOMINGO. La apertura el domingo del mercado internacional de firmas 2017-2018 puede agregar a otros nueve adolescentes dominicanos a la lista de millonarios “sin haber tirado una” que han hecho los equipos de Major League Baseball en el país desde que se abrió ese capítulo hace casi dos décadas.
Ya superado el cedazo de la identidad, de pasar las pruebas físicas en los próximos 90 días Wander Franco y otros ocho criollos estrenarán cuentas bancarias con cifras que la inmensa mayoría de sus compatriotas nunca verán, ni siquiera trabajando tres turnos.
Desde que en 1998 los Yanquis quedaron enloquecidos con el talento de Ricardo Aramboles, un derecho de Sabana Perdida cuyas rectas tocaban las 92 millas, y desembolsaron US$1,520,000 en un bono el resto de las organizaciones perdieron el miedo por el riesgo a las apuestas a jóvenes que requieren de un lustro para comenzar a gatear al más alto nivel.
Aramboles, cuyo bono sería de US$2,238,102 al valor de 2016, apenas alcanzó el nivel de AA en 2002 y su carrera terminó en 2004. Luego llegaron los casos de Wily Mo Peña (US$2,2 MM en 1999), Willy Aybar (US$1,4 MM en 2000), Irvin Joel Guzmán (US$2,2 MM en 2001), Fernando Martínez (US$1,4 MM en 2005) y Ángel Villalona (US$2,1 MM en 2006).
Las ofertas reaccionaba de acuerdo con el material en el mercado a pesar del pobre retorno en el terreno del primer grupo que, combinado con la explosión de escándalos de uso de sustancias, alteración de documentos y reparto de dinero entre escuchas y ejecutivos, hizo más conservadores a los equipos. Pero llegaron fenómenos como Michael Ynoa (US$4,2 millones en 2008), Miguel Ángel Sanó (US$3,1 mm en 2009) y Gary Sánchez (US$3 MM en 2009) para reavivar las pujas.
De los 99 bonos millonarios que se han entregado apenas 17 llegaron la primera década, hasta 2008. De ese grupo, seis llegaron a la MLB (35%) con Peña como el más productivo, .250/84HR/240 CE en 599 partidos y 1,845 apariciones en ocho temporadas.
Pero en los tres años transcurridos entre 2009 y 2011 se repartió casi la misma cantidad (16) de los cuales seis de esos jugadores (el 38%) ya ha alcanzado el Big Show: Sanó, Sánchez, Ynoa, Nomar Mazara, Carlos “Tsunami” Martínez y Adalberto Mondesí. De hecho, Sanó, Sánchez y Martínez estarán el próximo martes en el Juego de Estrellas. En ambos casos, el porcentaje de los que alcanzan las Grandes Ligas es considerablemente más alto que la media general de dominicanos firmados, que entre 2004 y 2011 llegó a 3,96%.
“Esa primera generación no tenía la madurez para manejar la presión del dinero y lo que se esperaba de ellos, se distrajo mucho. Encontró un ambiente familiar y de amigos que no le ayudó, que se volvió loco y cuando vino a darse cuenta muchos ya lo habían gastado todo y los muchachos estaban desenfocados”, explica un veterano escucha que pide la omisión de su nombre.
De la legión millonaria que firmó en el último lustro, hay una camada que está en la gatera para asaltar Las Mayores. Amed Rosario (2012), Eloy Jiménez (2013), Rafael Devers (2013) y Vladimir Guerrero hijo (2015) van el domingo al Juego de las Futuras Estrellas en Miami como parte del talento más cotizado de la actualidad. Todos recibieron bonos de siete dígitos. Entre 2012 y 2017 la cantidad de bonos millonarios alcanza los 65.
SANTO DOMINGO. La apertura el domingo del mercado internacional de firmas 2017-2018 puede agregar a otros nueve adolescentes dominicanos a la lista de millonarios “sin haber tirado una” que han hecho los equipos de Major League Baseball en el país desde que se abrió ese capítulo hace casi dos décadas. Ya superado el cedazo de la identidad, de pasar las pruebas físicas en los próximos 90 días Wander Franco y otros ocho criollos estrenarán cuentas bancarias con cifras que la inmensa mayoría de sus compatriotas nunca verán, ni siquiera trabajando tres turnos. Desde que en 1998 los Yanquis quedaron enloquecidos con el talento de Ricardo Aramboles, un derecho de Sabana Perdida cuyas rectas tocaban las 92 millas, y desembolsaron US$1,520,000 en un bono el resto de las organizaciones perdieron el miedo por el riesgo a las apuestas a jóvenes que requieren de un lustro para comenzar a gatear al más alto nivel. Aramboles, cuyo bono sería de US$2,238,102 al valor de 2016, apenas alcanzó el nivel de AA en 2002 y su carrera terminó en 2004. Luego llegaron los casos de Wily Mo Peña (US$2,2 MM en 1999), Willy Aybar (US$1,4 MM en 2000), Irvin Joel Guzmán (US$2,2 MM en 2001), Fernando Martínez (US$1,4 MM en 2005) y Ángel Villalona (US$2,1 MM en 2006). Las ofertas reaccionaba de acuerdo con el material en el mercado a pesar del pobre retorno en el terreno del primer grupo que, combinado con la explosión de escándalos de uso de sustancias, alteración de documentos y reparto de dinero entre escuchas y ejecutivos, hizo más conservadores a los equipos. Pero llegaron fenómenos como Michael Ynoa (US$4,2 millones en 2008), Miguel Ángel Sanó (US$3,1 mm en 2009) y Gary Sánchez (US$3 MM en 2009) para reavivar las pujas. De los 99 bonos millonarios que se han entregado apenas 17 llegaron la primera década, hasta 2008. De ese grupo, seis llegaron a la MLB (35%) con Peña como el más productivo, .250/84HR/240 CE en 599 partidos y 1,845 apariciones en ocho temporadas. Pero en los tres años transcurridos entre 2009 y 2011 se repartió casi la misma cantidad (16) de los cuales seis de esos jugadores (el 38%) ya ha alcanzado el Big Show: Sanó, Sánchez, Ynoa, Nomar Mazara, Carlos “Tsunami” Martínez y Adalberto Mondesí. De hecho, Sanó, Sánchez y Martínez estarán el próximo martes en el Juego de Estrellas. En ambos casos, el porcentaje de los que alcanzan las Grandes Ligas es considerablemente más alto que la media general de dominicanos firmados, que entre 2004 y 2011 llegó a 3,96%. “Esa primera generación no tenía la madurez para manejar la presión del dinero y lo que se esperaba de ellos, se distrajo mucho. Encontró un ambiente familiar y de amigos que no le ayudó, que se volvió loco y cuando vino a darse cuenta muchos ya lo habían gastado todo y los muchachos estaban desenfocados”, explica un veterano escucha que pide la omisión de su nombre. De la legión millonaria que firmó en el último lustro, hay una camada que está en la gatera para asaltar Las Mayores. Amed Rosario (2012), Eloy Jiménez (2013), Rafael Devers (2013) y Vladimir Guerrero hijo (2015) van el domingo al Juego de las Futuras Estrellas en Miami como parte del talento más cotizado de la actualidad. Todos recibieron bonos de siete dígitos. Entre 2012 y 2017 la cantidad de bonos millonarios alcanza los 65.
Escrito Por
Redacción J
Thursday, July 6, 2017