Ayer Moisés Alou necesitó recargar varias veces el móvil. Ya al mediodía había hecho una conferencia de dos horas con Tony Peña y William Castro (el coach de pitcheo), habló con el Dave Dombowski (presidente de los Medias Rojas) para conocer que Hanley Ramírez no va al evento, escribió por WhatsApp a Nelson Cruz para informarle que Jean Segura entraba al equipo luego de conversar con Jerry Dipoto, GM de los Marineros.
Tenía pendiente llamar a Adrian Beltré para ponerse al día con su estatus y con quiera sería su posible sustituto, Maikel Franco, ambos en Arizona, tres horas más temprano que Santo Domingo. Beltré no ha jugado en la pretemporada a causa de dolores en una de sus pantorrillas.
Es la realidad de un evento que, tras una década de ser lanzado, le cuesta encajar en el calendario de un negocio llamado Grandes Ligas, que ya alcanzó el umbral de ingresos de los US$10 mil millones.
La posible baja de Cueto, el lanzador criollo de mayor jerarquía en la actualidad, puede que no se sienta en una primera ronda donde las salidas están limitadas a 65 pitcheos para los abridores, pero si el equipo avanza su desempeño puede ser vital cuando la cuota sube a 80 lanzamientos en segunda ronda y 95 en la fase de campeonato. El padre de Cueto padece quebrantos de salud que requerirán llevarlo a los Estados Unidos, lo que ha demorado la salida del lanzador a la base de los Gigantes en Arizona.
Carlos “Tsunami” Martínez sigue programado abrir ante los canadienses y Edinson Vólquez frente a los Estados Unidos. Un posible choque de desempate sería un quebradero de cabeza, ya que en el cuerpo de lanzadores no figuran otro abridor, por lo que una opción sería Iván Nova, Luis Severino o Bartolo Colón, quienes están en la lista de lanzadores designados y juegan la Liga de la Toronja en Florida.
Al desglosarse la fórmula que dio a la República Dominicana la corona en el pasado Clásico el pitcheo saca una enorme cuota de responsabilidad, sobre todo el relevo, grandes soportes de los tres abridores, Vólquez, Wandy Rodríguez y Samuel Deduno, cuyo impresionante trabajo se reflejó en un promedio de carreras limpias fue de 1.95 en 32.2 capítulos de labor.
El bullpen criollo, integrado por 11 hombres, tuvo efectividad de 1.73 al apenas tolerar siete carreras limpias en 36.3 entradas de trabajo, con Fernando Rodney (7.1 innings), Pedro Strop (6.2), Santiago Casilla (5),Octavio Dotel (4.2) y Kelvin Herrera (4.1) perfectos.
Fue un equipo que permitió apenas 1.7 carreras por encuentro mientras manufacturó 36 (4 en promedio), con Robinson Canó, Nelson Cruz y Edwin Encarnación (6 cada uno) como principales productores.
Esta vez Strop y Herrera (en el tope de sus carreras) no van y ayer Alou dijo al programa Grandes en los Deportes (Escándalo 102.5 FM) que duda sobre la participación de Casilla, ya que ha llegado tarde al campamento de su nuevo equipo, los Atléticos, en Mesa, Arizona. Entre los candidatos para sustituirlo figuran Fernando Abad, Edgar García, Luis Severino, César Valdez y Bryan Rodríguez, desde la lista de restringidos.
Un bullpen sólido
Salvo Casilla, a siete días de debutar ante Canadá el núcleo de relevistas dominicanos se mantiene intacto y con base en los resultados de la temporada pasada es uno que ofrece confianza. Jeurys Familia, que viene de establecer marca de rescates para criollos con 51; Dellin Betances, que ponchó a 126 de los 299 bateadores que enfrentó; y Alexander Colomé, con efectividad de 1.91 en 56.2 capítulos y 37 salvados; encabezan un grupo que incluye a Fernando Rodney, Hansel Robles, Héctor Neris, Rafael “Jumbo” Díaz, Enny Romero y Deduno.
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