El dirigente del equipo dominicano que participó en la recién concluida Serie del Caribe se quejó de manera severa por el trato poco afable recibido por los jugadores en la terminal aérea al momento de abordar el avión que lo traería de regreso a República Dominicana.

Audo Vicente, quien condujo a los Tigres del Licey a la conquista de su corona número 22 en el béisbol invernal, expresó que los peloteros no fueron tratados como los protagonistas del espectáculo, a pesar del resultado adverso que tuvo el combinado quisqueyano.

Nadie de Lidom

En ese sentido, Vicente culpó a la Liga Dominicana de Béisbol de no proteger a los jugadores ni buscar los mecanismos para que éstos se sintieran confortables mientras esperaban la llegada de la aeronave, cuyo vuelo Culiacán-Mérida se retrasó unos 30 minutos.

Vicente enumeró varias fallas existentes. “No es posible que una línea aérea te ofrezca un boleto de avión sin número de asiento asignado, ni que el personal que abordará no sea llamado por grupos para ingresar a la aeronave como es el orden establecido en los vuelos”, expuso Vicente, quien siendo el dirigente del equipo y ante la falta de organización tuvo que viajar en la parte trasera del avión en los dos vuelos de regreso a Dominicana.

El manager, incluso, tuvo un fuerte intercambio de palabras con una de las empleadas de la aerolínea Aruba Airlines, quien en par de ocasiones tuvo expresiones de reproche para la delegación dominicana y hasta amenazó con no continuar el proceso.

“Pienso que estamos descendiendo en lo organizativo, he dirigido en tres Series del Caribe cuando hemos tenido que salir del país y he notado que cada vez la situación empeora más y más, no podemos continuar en esta situación, expuso Vicente, quien comandó al Escogido en el famoso evento efectuado en el 2013 en Hermosillo y al frente de los Gigantes, equipo que viajó a Puerto Rico en el 2015.

“Creo que la Liga de Béisbol debe tener una mayor atención para con los jugadores, varios  manifestaron inconformidad con el trato recibido. Después cuando ellos por una u otra razón no quieran vestir los colores del país en estos certámenes, entonces no deben culparlos”, señaló.

Desorden

Durante el proceso de espera en el abordaje del vuelo Culiacán-Mérida fue notorio observar el poco orden existente, todos agrupados, fanáticos y peloteros.

Otro aspecto que tanto Vicente como José Offerman, su asistente de banca, calificaron como muy negativo fue el hecho de que el equipo dominicano arribará a las tres de la madrugada al hotel, iniciar el proceso de registro y menos de 12 horas después comenzar a jugar, durante ese espacio había que descansar.

Sin querer buscar justificaciones al pobre desempeño, Vicente sostuvo que “también tuvimos inconvenientes ahí, fuimos algo afortunados de que Fernando Ravelo, ejecutivo del Licey, se movilizó rápido y nos pudieron facilitar algunas cosas, no observé ningún personal de la Liga ahí para brindarnos su soporte”, enfatizó.

Offerman y otros jugadores también externaron que porqué si el conjunto dominicano fue el primero en ser descalificado en el Clásico del Caribe tuvo que ser el último en abandonar suelo mexicano, tres días después de haber quedado fuera de competición.

Incluso, corriendo el peligro de la incertidumbres acaecida en la ciudad en esas últimas fechas de la serie, donde en un espacio de tres días se reportaron entre 12 y 15 muertos por enfrentamientos de bandas del narcotráfico y la guardia nacional.

Los dominicanos permanecieron tres días sin nada que hacer en Culiacán, cuando varios de ellos debían aprovecharlo y entrenar en sus respectivas academias, pues los que estaán afiliados al béisbol de Estados Unidos desde este lunes deben partir a sus respectivos campos de entrenamientos.

Por ejemplo, Michael De León, un prospecto de 20 años de los Vigilantes de Texas, estaba el viernes ya entrenando en la academia de esa organización, pues debe viajar este lunes a Surprise, Arizona. Esta llamado a jugar Doble A.

Algunos peloteros como Engel Beltré y Anderson Hernández retornaron al país al día siguiente de la descalificación del equipo, mientras que el binomio integrado por Brian Evans y Michael Dimock lo hicieron desde Culiacán hasta Estados Unidos el miércoles.