Rose, quien jugó la pasada temporada con los Memphis Grizzlies, compartió un emotivo mensaje en redes sociales para anunciar su retiro: «El baloncesto fue y siempre será mi primer amor. Cuando era adolescente, soñaba con llegar a la NBA, y lo logré. Esto no es un adiós, es un agradecimiento», expresó el exjugador.

El base, conocido por su explosividad y habilidad para cambiar el rumbo de los partidos, comenzó su carrera como la primera selección global del Draft de 2008 con los Chicago Bulls. En 2011, Rose ganó el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, convirtiéndose en el jugador más joven en recibir este prestigioso galardón. Con ese logro, parecía estar destinado a dominar la liga, llevando a los Bulls a las Finales de la Conferencia Este en ese mismo año.

Sin embargo, una grave lesión de ligamento cruzado en los playoffs de 2012 detuvo su meteórico ascenso. A partir de ahí, las lesiones se convirtieron en un obstáculo recurrente, y Rose nunca logró recuperar por completo el nivel que lo había convertido en una superestrella. A pesar de ello, el jugador siguió luchando y se reinventó como un valioso jugador de rol, actuando también como mentor para las jóvenes promesas de la NBA en los últimos años de su carrera.

A lo largo de 723 partidos en la temporada regular, Derrick Rose acumuló 12,573 puntos, 2,324 rebotes y 3,770 asistencias. Entre sus logros más destacados se encuentran su nombramiento como Rookie del Año en 2009, tres participaciones en el All-Star Game (2010, 2011 y 2012), y su inolvidable actuación con los Minnesota Timberwolves en 2018, donde anotó 50 puntos en una noche llena de emociones.

Rose jugó para varios equipos a lo largo de su carrera, incluyendo los Knicks, Cavaliers, Timberwolves, Pistons y finalmente los Grizzlies. Aunque las lesiones impidieron que alcanzara el potencial que muchos vieron en él, Derrick Rose se retira como uno de los jugadores más respetados y admirados por su resiliencia y pasión por el juego.

Con su retiro, queda abierto el debate sobre si Rose será incluido en el Salón de la Fama de la NBA. Más allá de las estadísticas y los títulos, su historia de superación y lucha contra la adversidad ha dejado una marca imborrable en el mundo del baloncesto.