El joven de 26 años entregó la obra a la ciudad, capital del petrolero estado Zulia, la cual fue elaborada con la ayuda de más de 100 voluntarios que, bajo su dirección, completaron la composición, cargada de tonos de azul y amarillo.
Juntando tapas de distintos tamaños y colores, Olivares dibujó rostros de niños de la etnia Wayúu que viven en esa región, una imagen de la Chinita, una manifestación de la virgen María que es venerada en esta zona, y el nombre de la ciudad.
Con este mural, el artista acumula 795.000 tapas reutilizadas en diversas obras que ha construido en varias parte del país, entre ellas la más grande de Venezuela, ubicada en la ciudad de Guatire, cercana a Caracas.
El alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez, entregó al joven una condecoración civil en el acto de inauguración, al que asistió un centenar de personas.
"Es un inmenso honor y una gran responsabilidad recibir este gran honor", expresó Olivares en Twitter, donde compartió fotografías del acto.