Sin embargo, un equipo internacional de investigadores se sorprendió al descubrir que luego de tres años de inactividad aparente, este agujero negro «eructaba» los restos del cuerpo celeste absorbido, de acuerdo a la Universidad de Harvard (EE.UU.).
Durante su estudio, publicado en la revista The Astrophisical Journal, los académicos analizaron los datos de varios radiotelescopios ubicados en observatorios de EE.UU., Chile, Sudáfrica, Australia, así como de los observatorios espaciales X Chandra y Swift Neil Gehrels, y descubrieron que el agujero negro se había reanimado misteriosamente en junio de 2021, y que emitía un destello luminoso visible a millones de años luz de distancia.
Un fenómeno nunca antes visto
Normalmente, señalan los académicos, este flujo de salida luminoso ocurre al poco tiempo de producirse un evento de disrupción de marea (TDE, por sus siglas en inglés). Un fenómeno en el que la estrella atraída se comienza a estirar, o «espaguetizar», por la influencia de la gravedad, y el material alargado gira en espiral alrededor del agujero negro, creando un destello a medida que alcanza temperaturas extremadamente elevadas.
De acuerdo a los expertos, el material expulsado viaja a cerca del 50% de la velocidad de la luz, un hecho notable, ya que los flujos de salida, por lo general, lo hacen a un 10 %.