Pero siempre estuve interesada en conocer cómo estos reyes cargaban estas pesadas coronas, llenas de piedras preciosas, con tanta soltura, teniendo en cuenta que no fueron necesariamente hechas a la medida de sus cabezas.
Esa respuesta llegó unos años después, específicamente el 30 de abril de 2021, cuando visité el Castillo de Edimburgo, la casa de reyes y reinas por siglos.
En una habitación especial del castillo, en la que no es permitido usar los celulares, está la corona que usó Jacobo V de Escocia, por primera vez en la coronación de su segunda esposa, la reina consorte María de Guisa en 1540. Pero tres años después, la misma corona fue usada para la coronación de María I de Escocia.
Esta corona fue usada al menos una vez por la Reina Isabel II, cuando el 24 de junio de 1953 tuvo una procesión desde Palacio de Holyrood hasta la Catedral de Edimburgo, Escocia.
Pero ¿cómo si cada uno tenía una contextura física diferente, podían llevarla como si fuera originalmente creada para ellos? La respuesta es más simple de lo que creíamos.
Y, según una de las expertas del castillo, las coronas tienen un tipo de correa o ajuste para adecuarlo al tamaño del soberano.
Esa visita fue de unos cinco minutos, porque no nos permitían quedarnos más a apreciar la impresionante joya que estaba dentro de una caja de cristal.
Imperial State Crown
La Torre de Londres, al menos cinco horas en tren de la capital escocesa, fue durante siglos una fortaleza, palacio, prisión y hasta zoológico.
Entre las exhibiciones más visitadas está “Las joyas de la Corona”, donde muestran decenas de lujosas y significativas joyas que ha usado la realeza por siglos.
Al igual que en Edimburgo, no nos permitían usar el celular, aunque algunos aprovechaban que los guardias de seguridad se distrajeran para sacar rápidamente su móvil.
Allí estaba la corona que usó la fenecida Isabel II, cuando apenas tenía 25 años, durante su coronación el 2 de junio de 1953, en la Abadía de Westminster. Otros objetos que se pueden ver son las de Eduardo el Confesor, que solo se usa en las coronaciones; el cetro del soberano, el orbe del soberano, la Koh-i-Noor y hasta la cuchara de la coronación.
Estas y otras joyas de la corona han sido protegidas por la Torre de Londres desde los años 1600.
“Las joyas de la Corona son el tesoro más preciado de la nación. Comprenden más de 100 objetos y 23,000 piedras preciosas, que no tienen precio, porque tener un valor incalculable para la cultura, historia y simbólico que representan”, explica la página oficial de la Torre de Londres. En un documental para BBC One, la reina Isabel II dijo que la corona Imperial State la comenzó a usar al final de su coronación en Westminster y durante ceremonias en el parlamento británico.
La describió como una corona difícil de manejar.
“Afortunadamente, mi padre y yo teníamos casi el mismo tamaño de cabeza. Cuando te la pones se queda en su sitio… Sin embargo, no puedes mirar hacia abajo para leer el discurso, tienes que levantar el papel y leer frente a tus ojos, porque si bajas la cabeza tu cuello se rompería… Así que hay algunas desventajas de las coronas, pero en general son cosas importantes”, expresó la monarca para el documental “La Coronación”, del 2018.
Habla la reina
En otro reportaje televisado, la Reina describió cada uno de los puntos de la invaluable pieza.
“Cualquier persona que haya ido a la Torre de Londres, debe saber que hay varias coronas que pueden observar, pero solo dos son utilizadas: la corona del rey Eduardo y la Imperial State Crown, que normalmente se mantiene en la Torre”, dijo.
En su explicación, la reina Isabel II detalló que esa corona fue hecha para la reina Victoria en 1838, pero la mayoría de las piedras preciosas que tenía datan de muchos años atrás.
La más vieja es un zafiro, que se dice que fue utilizado en uno de los anillos de Eduardo el Confesor, quien fue rey de Inglaterra entre 1042 y 1066.
Mientras que otras piedras pertenecían a Isabel I, reina entre 1558 y 1603.
El rubí que tiene en medio fue dado a Eduardo de Woodstock (1330-1376), conocido también como el Príncipe Negro, después de una batalla en España en 1367. “Siempre pienso que la usó Enrique V durante la batalla de Azincourt”.
Otro zafiro que está detrás de la corona fue llevado en el bolsillo de Jacobo II de Inglaterra cuando se fue al exilio a Francia en 1688.
Durante el reportaje, la Reina dijo que no conocía con certeza el origen de las demás piedras preciosas, porque luego de la ejecución de Carlos I fueron robadas y vendidas.
Otro de los diamantes que tiene la corona fue encontrado en una mina en Sudáfrica en 1905, según explicó la Reina.
En general, esta corona está hecha de oro y de 2,868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y rubís.
La reina Isabel II falleció la tarde del jueves 8 de septiembre a los 96 años de edad. Desde el momento de su muerte, su hijo mayor Carlos, se convirtió en el nuevo rey de Inglaterra.