¿Qué tienen en común las personas y los pulpos? La respuesta está en el cerebro
Es de esos animales que a ojos de los humanos parecen casi de mentira, como un ser inexplicable, por las diferencias que, aparentemente, les separan de nosotros. El pulpo ha sido protagonista de nuestras más extrañas fantasías desde que le conocemos, por lo general haciendo de monstruo, porque nos aterran sus tentáculos. ¿Pero son de verdad tan distintos a las personas?

Pues la respuesta está en su cerebro. Se trata de un organismo excepcional con un cerebro extremadamente complejo y capacidades cognitivas únicas entre los invertebrados. Tanto es así que en cierto modo tiene más en común con los vertebrados que con los invertebrados, señalan desde la "Escuela Internazionale Superiore di Studi Avanzati".

Un nuevo estudio publicado recientemente en "BMC Biology y coordinado por Remo Sanges de SISSA" de Trieste y por Graziano Fiorito de "Stazione Zoologica Anton Dohrn" de Nápoles ha revelado que esta curiosa complejidad neuronal y cognitiva podría tener su origen en una analogía molecular con el cerebro humano.

Elementos silenciosos

El genoma lleva décadas estudiándose con detenimiento. Ya en 2001, la secuenciación del genoma humano mostró que más del 45% está compuesto por secuencias llamadas transposones, los llamados "genes saltadores" que, a través de mecanismos moleculares de copiar y pegar o cortar y pegar, pueden "mover" de un punto a otro del genoma de un individuo, barajando o duplicando.

"En la mayoría de los casos, estos elementos móviles permanecen silenciosos: no tienen efectos visibles y han perdido su capacidad de movimiento. Algunos están inactivos porque, a lo largo de generaciones, han acumulado mutaciones; otros están intactos, pero bloqueados por mecanismos de defensa celular. Desde un punto de vista evolutivo, incluso estos fragmentos y copias rotas de transposones todavía pueden ser útiles, como "materia prima" que la evolución puede esculpir", explican estos expertos.

 

Lo que muestra la reciente investigación es que estos "genes saltadores" están activos tanto en el cerebro humano como en el cerebro de dos especies: el Octopus vulgaris, el pulpo común, y el Octopus bimaculoides, el pulpo californiano.

Conocer más sobre la inteligencia

La mayoría de los genes saltadores del genoma del pulpo, como en el caso humano, están inactivos. Así que para observar esta cuestión, los científicos tuvieron que centrarse en los transposones que aún son capaces de copiar y pegar, utilizando técnicas de secuenciación de última generación. De esta forma identificaron un elemento de la familia LINE en partes del cerebro cruciales para las capacidades cognitivas de estos animales.

Giuseppe Petrosino, de "Stazione Zoologica Anton Dohrn", y Stefano Gustincich, del "Istituto Italiano di Tecnologia" explican al respecto que "esta similitud entre el hombre y el pulpo, que muestra la actividad de un elemento LINE en el asiento de las capacidades cognitivas, podría explicarse como un ejemplo fascinante de evolución convergente, un fenómeno por el cual, en dos especies genéticamente distantes, el mismo proceso molecular se desarrolla de manera independiente, en respuesta a necesidades similares".

 

El cerebro del pulpo, asegura, es funcionalmente análogo en muchas de sus características al de los mamíferos, por lo que podría ayudar para mejorar nuestro conocimiento sobre la evolución de la inteligencia.

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Escrito Por Redaccion
Thursday, July 14, 2022
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