La pareja se conoció en 2016 en un evento de la Iglesia de Jesucristo y los Santos de los Últimos Días a la que asisten los dos y que, por cierto, no aprueba las relaciones entre personas del mismo sexo. Él admitió su homosexualidad en las primeras citas, pero a pesar de ello se convirtieron en buenos amigos y, más tarde, en una pareja estable.
Brynn le dijo a The Sun que algunas veces se siente insegura, porque ella se identifica a sí misma como heterosexual, mientras Matthew dice sentirse más atraído por hombres que por mujeres, pero “ya sabía que no teníamos una fuerte atracción química como la que había experimentado con otros novios, pero realmente no me importaba. Sé que él piensa que soy atractiva, y sé que se siente atraído por mí, y su orientación sexual no niega esas cosas”, afirmó.
Actualmente la pareja tiene dos hijas pequeñas y mantiene terapia de pareja y sexual con sesiones semanales que ayudan a encarrillar a su familia. “Nunca antes había tenido relaciones sexuales con un hombre o una mujer, ni siquiera sabía realmente qué tan fuerte podría ser mi orientación hacia un género u otro. Si bien me atraían más los hombres en general, había algunas mujeres que realmente me atraían”, le dijo Matthew a la publicación.
“He escuchado a hombres homosexuales decir que ni siquiera pueden imaginarse tratando de tener relaciones sexuales con una mujer, y nunca me sentí así. “Todavía no es la parte más fuerte de nuestra relación, es fácil para mí preguntarme qué me podría perder si tuviera una relación con un hombre. Pero dicho esto, disfrutamos tener sexo y estar juntos de esa manera, ¡lo cual es un alivio!”, agregó.
Brynn y Matthew se casaron en 2017 y tienen dos hijas, Amandine de dos años y Ginebra de uno. “Nuestra religión enseña que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer, pero también queremos que nuestras hijas sean felices”, afirmó Brynn. “Estamos muy felices en esta relación peculiar, única y sublime”, concluyó.