Una investigación realizada por el sitio de citas Illicit Encounters entre 2,000 personas casadas que han engañado a sus parejas alguna vez reveló que un 77% de los infieles consideran que sus affaires han mejorado su relación central y, de hecho, dos tercios de ellos dicen que viven una relación feliz a pesar de haber sido deshonestos. Sólo un 33% señaló que su relación era infeliz.
De esos 2,000 encuestados casados que han sido infieles alguna vez en sus matrimonios, las mujeres, más que los hombres, fueron quienes a menudo señalaron que aún estaban en una relación feliz, un 71% contra un 63% de ellos.
Sin embargo, una abrumadora mayoría de hombres señaló que tener una aventura había mejorado su matrimonio, tanto como un 81%, algo que sólo un 72% de las mujeres piensa. Eso sí, ni a hombres ni a mujeres les gusta la idea de que su pareja los engañe, y un 94% afirmó que enfurecería si supiera que su pareja “les pinta el cuerno”.
Según Jessica Leoni, del sitio Illicit Encounters, estas respuestas no son sorprendentes, pues “los adúlteros no quieren dejar a sus parejas; sólo quieren un poco más de picante en sus vidas”, afirmó.
No obstante, los expertos en psicología y relaciones humanas consideran que la infidelidad puede dañar una relación de manera irreversible e incluso causa estrés postraumático en una persona con consecuencias insospechadas.
Estos datos toman otro matiz si se considera lo que señalan otras investigaciones relacionadas con la infidelidad y el confinamiento obligado por la pandemia de COVID-19. Un estudio de la Universidad de Tennessee-Knoxville encontró que un 25% de los matrimonios han experimentado algún tipo de engaño durante la pandemia, y que internet ha jugado un papel fundamental en esta tendencia.